THE SEVENTH DAY SEER

Capitulo 8: Out of the Cupboard

Advertencia: Severus describe una escena brutal aquí. Sin estropearlo, solo advertiré a las madres embarazadas, ¿de acuerdo? No lea esa parte. Basta decir que Severus soporta el infierno y sigue adelante.
--------------------------------------------------------------

Harry siguió a Severus hasta el sofá y se sentó a su lado. -¿Qué vamos a hacer, Severus?-.

Severus se frotó los labios con la punta del dedo. -Esa es la pregunta, ¿no? Hmm. Bueno, ahora que nuestros planes están fijados... están fijados, ¿no?-.

Una punzada de incertidumbre recorrió a Harry. -Si por fijados se entiende que vamos a cazar Horrocruxes juntos-.

-Sí. Y sin nadie más-.

-Entonces sí, están preparados. Cualquier otro estaría en peligro. Y ya estamos metidos hasta el cuello, ¿Qué es un poco más de problemas entre nosotros?-.

Severus se rió. -En efecto. Pero antes de ponernos en marcha, tenemos que tener una discusión seria-.

Harry asintió. -¿Los Horrocruxes?-.

-No. Tu infancia. ¿Qué tan mala fue?-.

Harry se encogió y retrocedió. -¿Qué tiene eso que ver?-. Su voz se había disparado una octava. El tono lo avergonzaba, pero la idea de hablar de sus parientes lo humillaba y aterrorizaba mucho más.

No. No podía decirle a Severus lo raro que era. Severus se iría y Harry estaría solo. No podía perder a otro amigo. No tan pronto. No cuando Moody aún no había sido enterrado.

-Estuvo bien-, dijo Harry, desafiante. -No hubo nada demasiado malo en realidad-.

-Hmm. ¿Entonces por qué había quince cerraduras y una gatera en la puerta de tu habitación?-.

-Yo... porque yo ....-

Severus se puso de pie y tomó las manos de Harry. -Harry, aunque no hubiera visto tu puerta, tú mismo me dijiste anoche que te habían encerrado en un armario-.

A Harry se le revolvió el estómago y apartó la mirada para ocultar las lágrimas. -Estaba bien, ya lo dije-.

Severus le devolvió la cara y sujetó la mejilla de Harry. -Harry, por favor. No soy un tonto. Puedo ver que te duele. ¿Por qué tienes tanto miedo?-.

-¿Por qué quieres saber tanto?-.

Severus dudó. -Júrame una cosa antes de que te la cuente-.

-¿Sí?-.

-Que no te colocarás en ningún lugar cerca de Hogwarts o de Albus Dumbledore hasta que tengas la suficiente habilidad para proteger tu mente de la invasión-.

Harry asintió. -Lo juro. Después de lo que he deducido de tus comentarios anteriores, no tenía ningún deseo de hacerlo de todos modos. Pero, ¿me jurarías también que te esforzarás por enseñarme esta vez? ¿Para ayudarme a entender la Oclumancia cuando no lo consiga?-.

-Lo juro-.

-Bien. Ahora, ¿por qué quieres saber tanto de mi pasado?-.

Severus agarró con fuerza las manos de Harry. -Porque quiero saber si Albus se está volviendo loco o si nos ha traicionado, y si lo ha hecho, cuán profunda es su traición. Si sabía de tus abusos y aun así te enviaba allí año tras año, creo que podemos descartar con seguridad la locura-.

-Lo sabía-, dijo Harry con un escalofrío. -Sabía exactamente lo malo que era, pero sólo decía que las protecciones de sangre me mantendrían a salvo cuando pedía ayuda-.

Severus gimió y enterró la cara entre las manos. -Merlín. Entonces es como me temía: Lo más probable es que Albus esté trabajando contra nosotros-.