capítulo 23: Open Hearts

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Advertencias: Revelar cicatrices de abuso infantil severo, sexo Slash, discusión de violación y malas experiencias BDSM, sin etiqueta y mucho dolor.
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Eran casi las diez antes de que Harry y Severus pudieran dejar a las serpientes en su nueva guarida y llevar a Seth a casa para pasar la noche. Los elfos estaban agotados, pero el estudio tenía buen aspecto. Habían conseguido terminarlo casi por completo en una sola noche. Harry sacudió la cabeza y silbó ante la mejora, asombrado por lo que un puñado de elfos domésticos podía hacer en unas pocas horas.

-Merlín, chicos-, dijo al contemplar el espacio limpio y amueblado. -Esto se ve muy bien. A Dean le encantará-.

Los elfos se inclinaron y sonrieron ante sus elogios.

-Buen trabajo, todos. Vayan a casa y descansen un poco y tomen un refrigerio de medianoche si lo necesitan, ¿sí?-.

Los elfos asintieron y dieron las buenas noches a sus amos antes de marcharse. Severus abrazó a Seth y le dedicó una sonrisa.

-¿Te has divertido hoy, pequeño?-

Su sonrisa se extendió de oreja a oreja. -¡Sí! Zephie es brillante, ¿sabes? Es muy divertida. Y los otros elfos me escucharon y me protegieron, y fue genial poder ayudar, aunque no pudiera hacer mucho más allá de dar indicaciones-.

-Estoy seguro de que ayudó-. Severus hizo levitar el retrato y lo guió fuera de la tienda.

-Realmente hicieron un gran trabajo-, dijo Harry con una sonrisa. -Este lugar se ve increíble-.

Seth sonrió. -Me alegro. ¿Cómo te fue con las serpientes?-.

Harry le contó al chico sobre su reunión con los Slytherin y escuchó al retrato charlar también sobre su día. Severus permaneció callado, sólo ofreciendo ocasionalmente un comentario aquí y allá, pero su expresión era rica en amor y alegría en "sus chicos".

Harry pasó su brazo por el de Severus mientras subían el camino hacia la casa. -Eres tan diferente ahora que tienes felicidad en tu vida, mi Verus. Es hermoso verte sonreír así-. Besó la mejilla del hombre y lo abrazó con fuerza. -Espero que sepas lo mucho que te amo-.

Severus giró la cabeza hacia Harry y lo besó con ternura. -Tanto como te amo yo, creería-.

Harry se rió. -Sí, más o menos eso-. Apoyó la cabeza en el hombro de Severus mientras caminaban, con la satisfacción que le quitaba las preocupaciones. Así era como debía ser la vida. Ahora, si sólo pudieran pasar cinco minutos sin que alguna parodia arruinara su paz, todo estaría bien.

-¿Severus?- La voz de Seth era suave y tentativa, pero esperanzadora.

Severus agitó la mano, dirigiendo el retrato para que flotara frente a ellos y Seth pudiera ver sus rostros. -¿Sí?-.

El chico le dio a Severus una sonrisa vacilante. -Um... yo también te quiero. No como Harry, ¿entiendes? Pero sí te quiero-.

Severus se detuvo en seco con una brusca inhalación. -Seth, ¿de verdad? Yo... oh, pequeño-. Besó la mejilla del retrato y parpadeó las lágrimas. -Yo también te quiero-.

Harry sonrió y abrazó más fuerte a su compañero, emocionado por este acontecimiento. Burbujas doradas de alegría le llenaron el pecho y se desbordaron. Ahora tenía una verdadera familia, una familia propia.

Seth le dedicó a Severus una tímida sonrisa. -¿Supongo que no puedo llamarte papá?-.

Severus se sonrojó. -Ah, si lo deseas. Me gustaría oírlo, creo-.

THE SEVENTH DAY SEERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora