THE SEVENTH DAY SEER

Capitulo 19: The Birth of Potterwatch

Advertencia: La primera sección, después de que Harry se ponga en contacto con Kingsley, está llena de sexo slash, así que salta si no quieres leerlo. También se habla de una especie de prostitución en el pasado. La siguiente sección es desde el punto de vista de Seth y trata de su pasado, así que no hace falta decir que se cubre el abuso sexual de un menor. Si quieres las partes importantes sin leer los detalles sangrientos, lee las notas finales. No quiero estropearlo. Luego, una o dos escenas más tarde, hay una escena ritual con un posible desencadenante de violencia gráfica.
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La luz de sus pabellones hacía tiempo que se había desvanecido, y Harry seguía mordiéndose las uñas y paseándose por la chimenea de su habitación, recién instalada, y con el floo cerrado. Llevaba todo el día esperando que Voldemort tomara más represalias, pero no había nada. Gran Bretaña había estado tranquila toda la tarde, por lo que él podía ver. Demasiado tranquila.

Las yemas de los dedos vacilantes le tocaron el hombro, y Harry dio un salto. Se volvió hacia Severus y le dedicó al nervioso hombre una sonrisa para aliviar sus preocupaciones.

-¿He... hecho algo que te haya molestado, Harry?-

Harry negó con la cabeza y enterró la cara en la túnica de Severus. Dioses, qué bien olía. El aroma de Severus tenía la calidez natural de la masculinidad, pero también contenía notas de vainilla y algún tipo de zumbido de hierbas que Harry no podía identificar. Se estaba convirtiendo rápidamente en su fragancia favorita.

Unos fuertes brazos rodearon los hombros de Harry y lo estrecharon. -¿Por qué, entonces, has estado haciendo un camino en nuestros pisos?-.

Harry sonrió contra el pecho de Severus. Nuestros pisos. Merlín, esas palabras sonaban tan maravillosas de labios de Severus. El saber que Severus había empezado a sentirse más asentado con Harry lo emocionó, pero en cuanto levantó la cara de ese suave y tentador aroma para hablarle a su amante, las preocupaciones de Harry se llevaron la paz que el toque de Severus había traído.

Con los ojos muy abiertos y temeroso, levantó su mirada hacia la de Severus y lo abrazó con más fuerza. -Tengo miedo. ¿Por qué no hemos oído nada? ¿Qué está tramando?-.

-Puede que no lo sepamos hasta que ataque de verdad, mi amor. No podemos andar con un miedo constante a él, o ya ha ganado-.

Harry suspiró y se refugió en el pecho de Severus. -Lo sé. Pero estoy muy preocupado. Me gustaría que King nos informara de lo que ya sabe-.

-Quizás simplemente no ha tenido tiempo, Harry. Debería ser seguro intentar enviarle mensajes a través de nuestro floo con las protecciones que acabamos de poner. ¿Quieres intentarlo?-.

Harry suspiró y se hundió en el pecho de Severus. -Sí. Merlín, sí me gustaría-.

-Muy bien-. Severus hizo levitar unos trozos de leña en la rejilla. Con un movimiento de su mano, ardieron con fuerza y enviaron una descarga de calor a través de las piernas de Harry.

-Eso fue impresionante-.

Severus sonrió. -Puede que no sea un mago, pero no soy débil. Después de todo, mi propia enfermedad terminó justo antes de los siete días. Ahora, ve y hazle un floo a Shacklebolt antes de que hagas un agujero en el suelo-.

-No he estado dando vueltas mientras me sostenías, pero está bien-. Cogió una pizca de polvos floo de la chimenea y los arrojó a las llamas, viendo cómo se volvían verdes.

-Despacho de Kingsley Shacklebolt, Ministerio de Magia-.

Harry metió la cabeza dentro de las llamas y se estremeció al sentir el agudo cosquilleo de los pabellones, como pequeños cuchillos que se clavaban en su cuello, y él era una de las excepciones. No quería pensar en lo que los pabellones podrían hacerle a alguien no autorizado que intentara atravesarlos.