Nota Autor: Advertencia de una descripción brutal de una muerte en la sección de la visión. Sáltatelo si no soportas la violencia. La descripción posterior de Harry te dará la idea general.
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Aquella noche, a Severus le dolían los pies como locos de tanto caminar y trabajar, pero no dijo nada. Había soportado dolores mucho peores en su vida y, sentado en su sillón junto a la chimenea, con Potter durmiendo en su retrato sobre la chimenea y Harry acurrucado entre sus rodillas, sintió una satisfacción como nunca había conocido. Dio un sorbo a una copa de oporto y acarició el cabello de Harry, disfrutando del tacto de las sedosas hebras entre sus dedos y del cálido aliento del joven contra su muslo.
Si esto era amor, podía acostumbrarse a ello.
De repente, Harry se movió alrededor de su cuerpo para quedar frente a las rodillas de Severus y tiró de uno de los pies con medias del mayor hacia su regazo. Un escalofrío de expectación y miedo por igual le subió por la pierna, y Severus le dedicó a Harry una sonrisa nerviosa.
-¿Amor? ¿Qué estás haciendo?-.
Se le cortó la respiración cuando Harry le quitó el calcetín y rozó con las yemas de los dedos el arco del pie de Severus, sujetándolo por el talón.
-Pensé que te dolerían los pies-, dijo con una sonrisa cariñosa. -Hermione me cuidó así una vez, y pensé que tal vez a ti también te gustaría-.
-Como qué-ah-ohh-. Los pulgares y los dedos de Harry frotaron círculos firmes en el arco y los dedos de los pies, y la voz de Severus se quebró en un gemido.
Harry sonrió y le masajeó hasta la punta de los dedos de los pies y de nuevo hacia arriba. -Se siente bien, ¿verdad?-.
Bien apenas lo describía. Más allá del alivio del dolor y la tensión, las yemas de los dedos de Harry le enviaban temblores por la pierna y directamente a la ingle. Severus temblaba y se esforzaba por no expresar su deseo. Su primer amante se había burlado de él por su sensibilidad en un lugar tan extraño; ¿por qué no iba a hacerlo Harry? Y si sus caricias iban mucho más allá....
Severus intentó apartar el pie. -Estoy bien-.
Harry le devolvió el pie. -No lo estás. Te he visto estremecerte frente al floo. Sé que te duelen las piernas y los pies, cariño. Deja que te cuide, por favor-.
-Pero, yo, estoy lo suficientemente bien como para curarlo por mi cuenta-.
Los ojos de Harry se llenaron de una especie de pena enmascarada. -Ya veo. Bueno, si no quieres que lo haga, no lo forzaré-.
Empezó a levantarse, y a Severus le traicionó la conciencia. Dioses, no podía soportar poner esa mirada de dolor en los hermosos ojos de Harry.
-Siéntate, Harry-, dijo con voz cansada. -Estoy, ah, sólo un poco nervioso por mis pies-.
Harry frunció el ceño y tomó el pie de Severus con manos suaves, frotando suavemente su tobillo. -¿Por qué, amor? Tienes unos pies preciosos. Tan largos, delgados y elegantes. No hay que avergonzarse de ellos-.
Severus no pudo ocultar su sonrojo. -Nunca había pensado en mis pies como algo remotamente atractivo. Son pies-.
-Son parte de ti, amor. Y cuando te duelen, quiero hacerte sentir mejor. Está bien-.
Severus tragó y le dio a Harry un asentimiento tentativo. En cualquier momento, Harry encontraría su punto débil, pero si cosechaba el disgusto que temía, al menos Harry se libraría del dolor.
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THE SEVENTH DAY SEER
FanficHarry y Severus se ven empujados a esconderse juntos después de que Severus es descubierto como espía y Harry escapa de casa de los Dursley. Otra profecía sobre Harry sale a la luz, una que ha existido desde Merlín, arrastrando dolorosas y aterrador...