Capitulo 10: A New Prophecy

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Harry se acercó más cuando la voz de Severus adquirió un tono silencioso con la cualidad de los secretos que rondan las sombras. A Harry se le erizaron los pelos de los brazos y las piernas, y luchó contra el impulso de temblar. Había sucedido algo más profundo que simples leyendas, estaba seguro de ello.

-Escucha-, dijo Severus. -Cuando era joven, mi abuela me contaba historias sobre los viejos tiempos, cuando Arturo aún era rey. Hubo una profecía hecha en la época de Merlín, en su lecho de muerte en realidad, que se ha transmitido durante tanto tiempo que se ha convertido en nada más que alimento para los cuentos y las historias de hadas. Existen pocas copias de la profecía original, pero yo la he visto, y Dumbledore también. No dudo que el Que-no, Riddle también la haya visto. Esta profecía es la razón por la que le dije al patronus de Molly que estabas enfermo seis días en lugar de la semana completa-.

Harry apretó los dedos en el pantalón y se tragó un nudo en la garganta. -¿Entonces tiene que ver con la enfermedad de herencia?-.

-Sí. ¿Cuánto sabes de la enfermedad y por qué se produce?-.

-No mucho, lo admito. Remus dijo algo sobre que el nacimiento de la nueva magia debilita al lanzador, y recuerdo que tú dijiste que me agotaría en mi cumpleaños-.

-Nunca pensé que diría esto, pero el lobo...-

Harry le dirigió una mirada punzante.

-Oh, muy bien. Lupin tiene razón. Todos nacemos con una cantidad determinada de poder, pero mientras nuestro cuerpo crece, la mayor parte de él permanece latente para no interferir con nuestro crecimiento físico. Cuando crecemos del todo, o al menos en su mayor parte, nuestra magia se despierta, y la integración del nuevo poder debilita nuestro cuerpo hasta que se estabiliza. De ahí la enfermedad de herencia. Cuanto más fuerte es el poder, más enfermo está el mago-.

Un temblor comenzó entre los omóplatos de Harry y se extendió a sus brazos. -¿Así que el hecho de que mi enfermedad fuera de siete días...?-.

-Es inaudito. Mi enfermedad fue mucho más grave que la de cualquier otro estudiante en décadas, y la mía sólo duró seis días. Al sexto día, Poppy había empezado a vigilar una profecía, pero en cambio me recuperé esa noche-.

Harry recordó la carta de Ron y un sudor frío le recorrió la nuca.

-'Probablemente te convertirás en Trelawney en tu séptimo día o algo así....' -

Merlín, ¿era verdad?.

Clavó las uñas en la áspera tela de sus vaqueros, necesitando la sensación para estabilizarse, y forzó su voz para que funcionara.

-¿Una... profecía?-.

Severus le dirigió una mirada preocupada, poniendo a Harry aún más nervioso. -Sí. La profecía del Vidente del Séptimo Día dice, parafraseada, que en una época de guerra y caos, cuando el mundo está en grave peligro y la luz hace sombra a la oscuridad, un mago tres veces profetizado tendría una enfermedad mágica de siete días, y en el séptimo día, vería el final de la Gran Guerra. El Vidente del Séptimo Día sería, durante un tiempo, vulnerable, atrapado en una guerra entre magos y señores, pero se predijo que su corte de sombras y sol se reuniría en torno al Vidente y lo custodiaría, para luego conducirlo a la victoria. En cuanto a por qué el Vidente lidera la batalla y no sus generales, es porque, según la profecía, tendría más fuerza que el propio Merlín-.

Todo el cuerpo de Harry se congeló, el hielo y la oscuridad se cerraron. -No podemos estar hablando de mí. Incluso si incluimos esta profecía de la época de Merlín, sólo he sido profetizado dos veces. ¿Verdad?- Severus cerró los ojos y bajó la cabeza. -¿Verdad?-.

THE SEVENTH DAY SEERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora