THE SEVENTH DAY SEER

Capítulo 31: Across Enemy Lines

Nota Autora: Tenga en cuenta que la sección donde están hablando sobre el disfraz de Harry no pretende demostrar cómo un hombre cree que una mujer DEBE vestirse o actuar, es solo un intento de ayudar a Harry a mezclarse con los escalones superiores de sangre pura. sociedad. No se pretende ofender.
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Harry, actualmente en la forma de Holly, miró con odio a Severus, sosteniendo el tubo de tela por la punta de los dedos como si fuera tóxico. -No puedes hablar en serio-.

Severus se rió sombríamente. -Oh, sí que lo estoy-.

-Pero... ¡pero no soy una chica! En realidad, no-.

Severus suspiró. -Harry, cariño, lo sé. Y una vez que hayamos terminado con la reunión, la transfiguraré en pantalones para ti. Pero al menos hasta que terminemos con Umbridge, debes llevar falda esta vez-.

Harry frunció el ceño ante la tela negra, medio deseando que su mirada la hiciera arder. -No entiendo por qué una blusa y unos pantalones no son lo suficientemente elegantes-.

-Porque vas a una reunión con el fanático más frívolo e hipercrítico de todo el Ministerio. Si esperas que te tomen en serio, me temo que tendrás que conformarte con la falda esta vez-.

Harry suspiró y se quitó los pantalones de dormir. -Merlín, odio cuando tienes sentido-.

Severus se rió y besó la mejilla de Harry. -Es sólo por un rato. Te ayudaré a salir de eso lo antes posible-.

A Harry se le cortó la respiración. -¿Es una pista de que no debería tomar el antídoto de cambio de sexo hoy?-.

Severus cerró los ojos y negó con la cabeza. -Creo que aún es demasiado pronto en nuestra relación para dar ese paso. Tiendes a temer que te prefiera como hembra en lugar de tu cuerpo natural, y creo que tendremos que vencer ese miedo antes de que pueda tomarte como hembra sin que haya repercusiones graves para nuestra relación-.

Harry apretó las piernas en torno a una oleada de calor y deseo. -Hablar de tomarme de cualquier manera no es útil, Verus. Quiero decir, supongo que es bueno que no se me ponga dura en esta forma, pero Merlín, ¡todavía puedo sentirla!-.

Severus sonrió. -Sólo piensa en quién estamos a punto de conocer y eso debería resolver cualquier problema que pueda surgir. O no-.

Eso se encargó absolutamente de los problemas de Harry. Gimió y lanzó una mirada a Severus. -De todas las formas de matar el ánimo, ¿tenía que ser ella?-.

-Volantes y gatitos, Harry. Volantes y gatitos-.

Harry se estremeció y dejó la falda a un lado para ponerse las medias en su lugar. -Ella me ha arruinado el gusto por los gatos para siempre-.

Severus asintió. -Al menos de los que son mullidos y juguetones, para estar seguros. Date prisa y vístete. No podemos permitirnos llegar tarde-.

-De acuerdo-.

Harry luchó con las medias 'Severus tuvo que ayudarle a ponérselas por encima de las caderas' y se puso los zapatos planos. Después de un rápido cepillado de su cabello 'le gustaba largo' y de meter la blusa dentro de la falda, pensó que estaba listo.

-Desgraciadamente, no hemos terminado del todo. Siéntate ahí-. Severus le indicó la silla del escritorio y conjuró un espejo en la pared detrás de él. -Agradece que un espía debe adquirir muchas habilidades, sino tendríamos que contar con una de tus amigas para esto, me temo-.

-Uh...- Harry miró perplejo la bolsa negra en la mano de Severus. -¿Para qué?-.

Severus sacó un tubo de colorete y le dirigió a Harry una mirada irónica. -Maquillaje y joyas-.