Capítulo 14

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AÑOS ANTES

MUCHOS AÑOS ANTES

—¡Cariño, baja de ahí! —gritó nuevamente la mujer con preocupación —¡Te lastimarás!

El pequeño niño colocó su pie izquierdo en la rama inestable del árbol y miró a su madre—¡Mira, mamá, puedo ver todo el pueblo desde aquí!

—¡Baja de ahí! —la mujer suspiró y dejó la canasta con ropa limpia que tanto se había esmerado por limpiar, su hijo apenas y podía mantenerse fuera de la suciedad, lo que menos necesitaba en esos momentos era que ahora se ensuciara con tierra y hojas.

—¡Mira! —la mujer se acercó agitando sus manos hacia el árbol donde su hijo trepaba.

—¡Ya estoy aquí! —gritó la mujer debajo del tronco. El niño sonrió y volvió su vista al bello pueblo de Derry, Maine.
Muy pequeño, pero hermoso. También lograba visualizar a unos cuantos pasos el río Penobscot.

—¡Puedo ver el río! —chilló el niño con entusiasmo.

—¡Vaya que sí, cariño! —gritó la mujer forzando una sonrisa —¡Anda, ven, ya falta poco para la comida!

El niño asintió y comenzó a bajar del ancho y grueso tronco del árbol, su madre lo tomó por la cintura y lo bajó, ambos comenzaron a caminar hacia la pequeña cabaña de madera donde vivían la mujer, el niño, la bebé y su padre.

La familia Wise era solitaria y vivían alejados del pueblo de Derry, donde nadie pudiera acercárseles a charlar o tan siquiera respirar cerca de su hogar. Los rumores de la familia Wise era que simplemente querían su espacio pero había algo que no sabían. Un oscuro secreto que se escondía detrás de esa pequeña cabaña, y que también incluía la razón de las desapariciones de los niños del pueblo..

—Trae a tu hermana, cariño —el niño asintió con una sonrisa y corrió hacia la pequeña habitación de bebé. La bebé estaba asomando su rostro por las barreras de la cuna y sonrió al ver a su hermano.

—¡Es hora de comer, Poppy! —chilló el niño con entusiasmo —¡Mamá ha dicho que ya puedes probar la carne!

El niño tomó a su hermana en brazos y salió de la habitación, Poppy jugaba con la camisa del niño animada. La mujer estaba de espaldas frente a la estufa mientras con sus pinzas movía la carne en la sartén de arriba a abajo y de abajo a arriba. Debía estar bien asada.

—Traje a Poppy —dice el niño sonriendo, la mujer señala la pequeña silla donde sentaban a la bebé, el niño se acercó y la sentó para después amarrarla con la cuerda para que ésta no se saliera. Había resultado ser muy escurridiza cuando nadie le prestaba atención.

Don't Have Fear ⊶ b. s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora