Capítulo 38

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Los nervios que sentía en esos momentos se la estaban comiendo viva

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Los nervios que sentía en esos momentos se la estaban comiendo viva. Sentía que su piel ardía insoportablemente y su cabeza le daba vueltas, podía sentir el sudor bajo el grueso abrigo rojo por más helado que estuviera el día. Pasó más de una vez su mano por su cabello para acomodarlo aunque ya estuviera por completo bien. No podía dejar de jugar con sus dedos aunque lo deseara. No podía dejar de arrugar la orilla del abrigo y después alisarlo.

Y el intenso silencio incómodo que había entre los dos era evidente. Trevor no había dicho ni una palabra desde que habían emprendido el camino hacia la prisión de Shawshank donde debía estar Darwin. Volvió su mano a su cabello y volvió a peinarlo con sus dedos, gruñó y bajo el pequeño espejo para observarlo.

¿Tienes alguna obsesión con tu cabello? preguntó Trevor, Alice bufó y volvió a esconder el espejo.

Déjame en paz volvió su vista a la ventana.

Solo quería conversar se encogió de hombros, pasó una mano por su largo y rizado cabello negro azabache.

Ambos tuvieron que cambiar sus apariencias drásticamente para que no pudieran ser reconocidos al estar en la próxima escena del crimen. Era la primera vez que Alice cambiaba su apariencia, parecía que a él no le costaba mucho trabajo, en cuestión de segundos se hizo un hombre nuevo. Se había puesto un abrigo negro, tenía unos elegantes pantalones de vestir, unos mocasines negros y se había colocado unas gafas circulares de color cobre, en su mano sostenía su cigarrillo y le iba dando caladas, y había elegido el rostro de un chico de unos veinte años, pero podía verse que ya era más maduro, tenía su mandíbula marcada, sus ojos eran de un color azul cielo, hipnotizantes y tenía una nariz recta y fina.

Alice, por otra parte, se había convertido en una chica de dieciocho, había logrado que su altura aumentara un poco, había disminuido la altura de sus cabello hasta por debajo de su hombro, era levemente ondulado y de un color azabache que brillaba levemente ante la luz del sol, y se había puesto un listón rojo que une dos mechones de pelo pequeños, tenía puestos unos tacones negros junto con unas medias de red. Trevor le había enseñado que era buena idea tener armas bajo la manga, así que Alice puso un resorte en su muslo y escondió en él el mismo cuchillo que utilizó para cortarle la garganta a Sam. Su rostro era más maduro, tenía maquillaje algo que nunca había probado ni le había llamado mucho la atención; un labial rojo carmesí, sus mejillas eran de un tono rosado muy leve y había desaparecido sus pecas, cambió el color de sus ojos a un azul cielo, como los de Trevor.

Ambos eran irreconocibles, cuando entraran a la prisión nadie los reconocería, pero Alice seguía inquieta. Podía escuchar su corazón latir muy acelerado, podría explotar en cualquier momento si no se calmaba.

Don't Have Fear ⊶ b. s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora