Capítulo 15

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« Charlie colocó su vaso de cristal vacío en su escritorio y pasó la manga de su camisa formal por sus labios limpiando el resto del whisky, volvió su mirada a la niña sentada en frente suyo

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« Charlie colocó su vaso de cristal vacío en su escritorio y pasó la manga de su camisa formal por sus labios limpiando el resto del whisky, volvió su mirada a la niña sentada en frente suyo.

—¿Segura que no quieres un poco? —preguntó Charlie, ni una pizca de broma en su voz.

—No, gracias —dijo Alice con cortesía. Recargó su espalda en el respaldo de la silla acolchada. Estaba muy aburrida en aquel lugar. Había ido en mal momento, justo en la recaída de Charlie.

Había veces que Charlie recaía y se ponía tan ebrio como podía que hasta perdía la conciencia, y al día siguiente seguía como si nada y no hablaba de la noche anterior. Alice lo atrapó en uno de esos días. En el tiempo que lo conocía solo se había topado con Charlie de esa manera unas dos veces, con esta, tres.
Charlie tomó con su temblorosa mano la botella de whisky pero ésta resbaló torpemente provocando que ésta cayera al suelo y se rompiera en pedacitos.

—Mierda —susurró Charlie con molestia —, ¿dónde está Butch cuando lo necesito?

—Está bien, Charlie, yo lo limpio —dijo Alice levantándose de aquel silla aliviada.

—No, puedes lastimarte, para eso tengo a Butch —Charlie tomó una larga bocanada de aire —, ¡Butch!

—Charlie, está bien —Charlie la ignora y se tambalea en su lugar.

—Justo cuando lo necesito no está, maldito.. ¡BUTCH! —Charlie se eleva pero al instante vuelve a caer en su silla giratoria provocando que de una vuelta lenta y tortuosa.

—Ya, yo lo limpio —Charlie no protestó y simplemente asintió.

—Solo.. ten cuidado, puedes cortarte —Alice asiente y se agacha, toma un paño del escritorio y comienza a reunir los pequeños cristales rotos y el whisky que se había esparcido.

Alice odiaba cuando él hacía esto, pero ya era un hombre grande y podía hacer lo que se le viniera en gana, incluso ponerse hasta el tope, en fin, no le perjudicaba a ella y estaba bien mientras fuera así.

Charlie ebrio era como un oso de felpa, nada parecido a lo que aparenta cuando está sobrio.

—Mira, encontré una foto tuya de bebé —dice Charlie riendo tontamente. Alice reprimió una risa.

—Esa foto ha estado en tu escritorio por más de cinco años, Charlie —Charlie hizo muecas y buscó en lo más profundo de su mente algún recuerdo, pero en esa mente solo pasaban dos cosas: whisky y el maldito de Butch que no apareció.

—Maldito Butch —susurró para sí mismo frotando su rostro —, le bajaré el sueldo por solo aparecerse cuando le viene en gana.

Alice siguió limpiando los pequeños cristales hasta que desafortunadamente uno pequeño se escabulló en su dedo índice.

Don't Have Fear ⊶ b. s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora