Día 2

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Caricias o toque en cualquier lado:

Estaba cansado, las giras lo habían dejado agotado a él y a su represtante. Entre viajes, llamadas, entrevista y presentaciones, apenas tuvieron tiempo para respirar.

Habían llegado a Japón y el avión estaba apunto de aterrizar, ya estaba ansioso de ver a su novio y abrazarlo, llenarlo de regalos y de besos.

— ¿Emocionado? — pregunta Ukyo quién era su mejor amigo y representante.

— No más que tú — contesta con una sonrisa — Te recuerdo mi esmerado amigo, que te escapaste de tu dorado prometido.

El albino se sonroja al recordar ese pequeño detalle — Es que si no lo hacía de ese modo, no hubiéramos tenido la gira. Prácticamente me tenía secuestrado.

Gen se lleva la mano a la frente y hace una dramatización propia de él — Oh probé Ukyo-Chan, secuestrado por su flamante prometido en un yate de lujo con comida deliciosa y una vista al mar increíble. Sin contar toda la noches apasionadas que te hace sufrir.

Ukyo le tira su almohada cortesía del avión a la cara — Tú no te quedas atrás, te recuerdo que tampoco le dijiste a Senku que la gira duraría seis meses.

Gen al recordar ese pequeño detalle ríe nervioso — Estaba seguro que habías dicho seis semanas.

— Gen, meses tiene cinco letra y semanas nueve. Hay cuatro letra de diferencia, ¿cómo las pudiste confundir? — lo cuestiona el de ojos esmeralda.

— A mí defensa a él le importa más sus experimentos que mi compañía, si fuera por él me iría por seis año y ni se daría cuenta — se queja el más alto de los dos.

Ambos iban a seguir discutiendo cuando escucharon por los altavoces al piloto diciendo que se ajustarán el cinturón de seguridad, que iban a aterrizar.

*****

Ambos amigos estaban hablando animadamente mientras que salían por los pasillos que conectaban con el avión. Pero toda sonrisa se les borró a los dos cuando vieron a sus parejas, ambos no lucían de los más felices.

Si no fuera que también estaban sus amigos esperándolo con una sonrisa nerviosa en el rostro y una leve tensión en el ambiente, apostaban que tendrían un regaño en ese mismo lugar.

— ¡Gen y Ukyo bienvenidos! — dijo la siempre dulce Ruri, tratando de evitar una discusión en el aeropuerto.

Suika también colaboró corriendo al lado de ambos y dándoles una coronas de flores a cada uno.

— Girasoles para Ukyo y narcisos para Gen — dijo la pequeña niña con una sonrisa y abrazándo a ambos.

— ¡Que linda Suika-Chan! — Gen la carga y le pregunta con una sonrisa — ¿Viste mis presentaciones?

— ¡Si! Ame la de Inglaterra, fue demasiado genial — dice la niña.

Todos sonríe, menos los novios de los recién llegados.

— ¿Que tal si mejor nos vamos a casa? Le hicimos una fiesta de bienvenida. Nos están esperando los demás en el hogar de Taiju y Yuzuriha — habla Chorme animado y tratando que todo fuera normal.

— Buena idea — dice Ryusui recuperando su sonrisa y sin pedir permiso a nadie, se acerca a Ukyo y lo carga como si fuera una bolsa de patatas — Nos vemos, tengo unos asuntos que atender.

Nadie dijo nada, ni siquiera Gen no se atrevió a despedirse de su amigo.

— Vamos a buscar tus maletas y las de Ukyo — dice un Senku muy serio — Después enviaremos las malestas a Ukyo o le decimos a Francois que la pase buscando.

Sin decir más nada da la media vuelta y busca donde entregarían los equipaje.

— Estás en problemas — dice Kohaku con una sonrisa — Por lo menos espero que ustedes si asistan a la fiesta que organizamos.

— ¿Porque estás en problema Gen? — pregunta Suika.

— Porque me comí cuatro letras pequeña Suika-Chan — es lo único que dice él.

*****

La fiesta fue tranquila, estaban todos sus amigos. Todos los recibieron con regalos y abrazos, también habían regalos para Ukyo pero se lo tuvieron que dar a Francois  cuando vino a buscar las malestas del peliblanco. Cabe destacar que también estaba enojada con ellos.

Cuando llegaron a casa que compartían ambos, se sorprendió por lo que vio. Había tres televisores más en la sala, también varios boletos de avión en la mesa del comedor y unos mapas mundi regados en el piso, sin contar con las bebidas energéticas tiradas todo el lugar.

— ¿Que paso aquí Senku-Chan?

El joven científico lo fulmina con sus ojos rojo rubí — ¿Tú que crees? Mi novio me había dicho que se iba por seis semanas, cuando eran seis meses. Traté de ir a buscarte yo mismo, si no fuera que no sabía dónde diablos estabas y no contestabas mis llamadas.

— Ups, hablando de eso. Mi teléfono se rompió y el de Ukyo-Chan lo había dejado en su casa — trató de justificarse el de cabello doble color.

— ¿Y acaso vivimos en la edad de piedra? — pregunta él — ¿No te sabías la contraseña de tu Facebook? ¿No sabes usar el correo electrónico? ¿Instagram? ¿Twitter? ¿Teléfonos públicos? ¿No te sabes mi número teléfonico? ¿Tan mala es tu memoria? ¡Por lo menos un código morse! Algo que me dijeras que estabas bien, aunque sea un saludo por televisión.

Gen estaba llorando, se sentía culpable y la verdad no tenía manera de justificarse. Con el regaño que le dio su amado Senku-Chan le desmotrada lo mucho que lo amaba — Es que me sentía dolido, te decía de mi giras.. Y parecía que no me escuchabas, estaba siempre hablando con Taiju y Chrome o si no vídeo llamada con el profesor Xeno. No es que molestes que ames tu trabajo y que te apasiones por eso, pero aveces pienso que te estorbo mi querido Senku-Chan.

Gen seguía llorando y hubiera seguido toda la noche, si no fuera por las caricias que sintió en sus mejillas. Su adorado Senku le estaba limpiando las lágrimas.

— Perdóname, pero tenía una fecha límite y si no entregaba el prototipo del satélite, no me lo iban aceptar después — le responde él mientras que termina de limpiar las lágrimas y lo besa en los labios, le da esa sonrisa que lo vuelve loco mientras que lo seguía acariciando, de su cara pasaba acariciar el mechón más largo de su cabello.

— Perdóname tú a mí Senku-Chan ~ — Gen lo abraza y esconde su cara en el cuello de él — ¿Pero me creerías si te digo que ni tiempo de comer teníamos?, apenas y podía tomar mi refresco.

Senku lo abraza por la cintura mientras que levantaba el abrigo de su pareja y acariciaba la parte baja de su espalda — Te creó, estás más delgado. Eso me preocupa.

— Tranquilo mi querido científico loco, entre Ukyo y yo decidimos tomar un año sabático — responde él y le besa el cuello, una parte sensible de su novio. Muy cerca de la manzana, adoraba como gruñia cada vez que le mordía esa zona. Pero hoy no era momento para eso.

— Kukuku eso me parece muy bien, porque también tengo un tiempo libre. No es un año, pero estaremos más tiempo juntos. Aunque podré de nuestro amigo Ukyo, creo que no le veremos por un buen tiempo.

Gen también se ríe — Creo que no ~

30 Días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora