30 Días

Día 16

Rutina en la mañana:

Podía sentir el aroma del café llamándolo, trata de que su cuerpo responda las órdenes de su cerebro. Pero estaba tan cansado que le costaba levantarse, sobro todo con el frío que hacía fuera de la cama.

Trata de buscar algo o mejor dicho a alguien, pero sabe  por el aroma de la cafeína que eso era posible. Escucha la puerta abrirse y solo gruñe para taparse más. Odiaba despertarse por la mañana.

Siente como él se sienta a su lado y le acaricia el cuello, para después acostarse a su lado y seguir con las caricias por su espalda — El profesor Xeno te llamo hace un momento.

Escucha lo que dice su  novio, pero ni así se quiere levantar. Se había acostado demasiado tarde resolviendo una ecuación que no le quería salir, al final por un estúpido signo que en vez de ser positivo, debía ser negativo. Algo tan básico y había cometido la estupidez de pasarlo por alto, menos mal que su amigo Chorme se había dado cuenta.

—Dile a Xeno que por mí se puede ir al infierno de forma muy elegante — murmura entre dientes y sin mirar a su novio. Si lo miraba el sueño se iba y él quería seguir durmiendo.

— Hoy íbamos al restaurante de Francois para comer su rico pastel de queso — habla Gen tratando de convencerlo. Siempre era lo mismo, todo las mañanas buscaba un motivo para sacarlo de la cama. Empezaba con el profesor Xeno y terminaba en algo más que simples besos.

Pero sabía que hoy no era su día, su novio tenía una entrevista en la mañana y se podía hacer tarde.

— Si Senku-Chan se levanta y desayuna conmigo, prometo llegar temprano hoy para salir a cenar juntos.

Senku lo mira y le responde — Siempre sentamos juntos.

— Si te levantas, tal vez podamos hacer algo que a Senku le guste — trata de levantarlo de la cama el mentalista, pero fracasando en los intentos.

— Siempre hacemos lo que yo quiero y tú ni te opones, te quejas. Pero al final lo haces — le recuerda él ahora mirándolo a los ojos y abrazándolo por la cintura.

Ve como Gen le sonríe con dulzura, esa sonrisa que sabe muy bien que es sólo es para él. Una sonrisa que mostraba dulzura, cariño y amor.

Gen le acaricia una de sus mejillas y le responde — Senku, si tú me pidieras el mundo entero sabes muy bien que te lo conseguiría. Me pides las estrellas y hago todo lo posible por dártela. Haría solo un mundo de mentiras para ti, también puedo ser tú escudo en batallas y no me molestaría. Sólo por estar a tu lado.

La misma frase de todos los días y aún así le da piel de gallina, ¿cómo era posible que una persona amará tanto? ¿Qué lo amará tanto?

Al principio le dio miedo, ver que Gen lo amaba con tanta intensidad y sin pedir nada a cambio. Sólo estar a su lado en las buenas y en las malas, acompañarlo al infierno si era necesario.

¿Quién no se enamoraría con algo así?

Claro que no fue sólo las palabras de Gen que lo cautivaron, también la inteligencia que poseía para hacer que las demás persona siempre hiciera lo que quisiera, pero también lo enamoró su dulzura y su nobleza. Le gustaba ver como en la mañana hacía sus trucos de magia y en la tarde daba clases en una primaria.

Senku sonríe y lo besa en los labios, se pocisiona sobre él y aumenta la intensidad del beso. No le importaba que estuvieran corto de tiempo, hacerle el amor todas las mañana a su mentalista no tenía precio.

Después de dejar que ahora Gen sea que duerma un poco más, se viste mientras que va a la cocina por café. Se lo prepara sin azúcar y una pizca canela, que era buena para la tensión.

Prepara unas tostadas para él y Gen, cocina unos huevos con queso junto con tocineta, busca unos moffin que compraron en el restaurante Francois y prepara la mesa.

Cuando está apunto de sentarse que a Gen que salía del cuarto, con solo una bata de seda que le cubría hasta las rodillas. Toma la silla que tiene a su lado y se sienta — Senku-Chan eres un tramposo, siempre haces lo mismo. Me llenas de amor y luego me dejas solo en la cama.
— Kukuku me saliste dramático mentalista, no te deje solo. Te deje dormido, además que el olor a café me estaba llamando — le dice Senku para después tomar de su café.

Gen hace un puchero, pero luego sonríe mientras que le roba un beso sabor a café — Buen provecho Senku-Chan. Mañana deberíamos hacer algo distinto, tu preparas el café y yo cocinó.

— ¿Y arriesgarme que venga los bomberos otra vez? — pregunta Senku mientras que revisaba las noticias en su tablet — Ni loco.

Gen iba a protestar, cuando el teléfono comenzó a sonar. Iba a responder, pero Senku lo detiene y le dice — Apuesto diez billones por ciento que es Chrome, preguntando donde estoy y decir que el profesor Xeno me está buscando como loco. Luego llamará Ruri o Kohaku para preguntarte si puedes ir de compras con ellas, luego llama Ukyo para ponerse de acuerdo e ir juntos a la sección de fotos, aunque colgará porque Ryusui no lo dejará hablar. Después llamara Byakuya para decirnos que vendrá junto con Liliam y Suika para almorzar con nosotros, pero como ninguno de los dos estaremos nos invitaran al cine y luego a cenar ramen en el restaurante cerca de su casa.

Gen lo mira asombra y le contesta — Y supuestamente el mentalista soy yo, entonces según sus cálculo señor Ishigami. ¿Que almorzare hoy?

— No soy un adivino o un mentalista tan genial como tú señora Ishigami — contesta el genio científico con una sonrisa — Pero conozco bien a toda mi gente, por ejemplo: hoy es viernes y los viernes te gusta comer liviano. Así que buscarás una ensalada de fruta y un té Canela, pero si no hay de canela un té de naranja. Luego irás juntos con los demás a visitarnos al laboratorio para ir todos al cine. Te diré que estoy ocupado como siempre, pero a eso a ti vale y más si es al cine. Y hará esos trucos que finjo que me fastidian pero en verdad adoro y me convencerás para ir.

— ¿Tan predecible soy? — se queja Gen — Auch, eso duele.

Senku le roba otro besos de los labios, está vez dura un poco más y le dice — No eres predecible, todo lo contrario. Pero confieso que te observo demasiado y me gusta tu forma de ser. Ahora vamos a bañarnos para ir a trabajar.

El mentalista asiente, ayuda a la lavar los platos para después preparar la ropa de ambos y acompañar a Senku en la bañera. Aunque su rutina de la mañana puede ser un poco predecible, no la cambiaría por nada del mundo. Menos si tiene a Senku solamente para él.

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Nota: El día 15 lo haré un poco más largo por petición del público. Claro que sería editar el capítulo y decirle cuando esté listo que vuelvan a leer el capítulo.

Al menos que se haga una historia aparte. Que dice el público?

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