Un Regalo de San Valetín:

1.9K 226 13
                                    

Segunda parte de Omegaverse:

Hacia demasiado calor, no creía que pudiera sorportar más esa situación después de salir corriendo río arriba habían llegado a una cueva detrás de las cascada. No era tan pequeña como se hacía ver y si caminabas podías ver como se dividía en dos camino l, uno que te llevaba a una laguna hermosa que brillaba en la oscuridad y el otro era otra salida pero con la entrada muy estrecha. Hasta él que era alguien muy delgado le costaba un poco pasar.

Escucha un gemido al otro lado de la pared, el estaba en el pasillo que llevaba la salida y Ukyo en donde iba la laguna.

Se ríe y trata de calmar su respiración — Está siendo difícil ¿no Ukyo-Chan?

— Lo necesito..

Se inclina en el suelo y trata de calmar el calor de su cuerpo, su celo se estaba intensificado al pasar de los minutos. Bendita su suerte, se había adelantado con una semana de anticipación y se tuvo que ir sin preparar una cuartada.

Cuando estaba escapando de las miradas de todos, vio que Ukyo estaba rojo y con la mirada esmeralda le pidió ayuda. Se la tuvo que ingeniar y fue a buscar a Tsukasa el único que sabía de su condiciones como tal. También Yuzuriha pero en ese momento estaba ocupada con Taiju y el grandote no sabía guardar un secreto.

Tsukasa no le negó la ayuda y pudo llevar a ambos río arriba, donde no fuera fácil ubicarlos. Tenía que admitir que la cascada era hermosa y que las mantas que le dio su amigo por parte de Yuzuriha eran cálidas. Pero no era suficiente necesitaban de ellos.

—Solo tienes que decirle la verdad a Ryusui — habla Gen con dificultad mientras que se acuesta en las cobijas de piel, lamenta que no huelan a su querido Senku —  Estoy seguro que no se negaría.

– Solo lo haría por lastima, él es tan noble y tan colaborativo. Solo lo haría como un favor y eso  me dolería más, que pasar mi celos sin él — llora Ukyo mientras que se movía en el suelo.

Gen sonríe con tristeza y abraza las cobijas, sabía a que se refería Ukyo. Lo sabía muy bien, si cuando despertó de su petrificación no había sentido los problemas de ser un omega, le había extrañado eso. Pero ala vez estaba feliz porque podía vivir como una persona normal, hasta que Tsukasa le pidió el favor de averiguar si Senku estaba vivo.

Y si que lo estaba, con solo sentir el olor del alfa más inteligente del planeta su omega brinco de felicidad. Al principio se hizo pasar por un beta, después de todo la petrificación había borrado su aroma de omega o la mayoría. Pero mientras que más tiempo pasaba con Senku, su sistema biológico regresaba a la normalidad.

Agradeció mucho cuando la aldea comenzó a expandirse y que Senku estuviera tan ocupado. Así le era más fácil escapar sin que nadie lo notará o eso pensaba él.

— ¿Y tú porque no le dices a Senku? —  fue la pregunta más temida realizaba por su mejor amigo.

Sonríe y acerca su nariz a las sábanas, en verdad le hubiera gustado que aunque sea un poco oliera como su amado Senku.

— Porque se que él no me ama, pero estoy bien con eso. Mientras que él sea feliz y yo esté ahí para apoyarlo. Ver como logra todos sus sueño y ser un pilar para él por mí está bien — responde Gen y siente otra onda de calor, necesitaba tocarse — No quiero que se vea obligado a amarme o que me busque un alfa que pueda calmarme.

Ambos se quedan en silencio y tratando de controlar sus emociones, sabían muy bien que serían días difíciles.

Gen no lo soportaba más, se iba a comenzar a tocar. Estaba apunto de quitarse la ropa, de todos modos Ukyo estaba en otra habitación aparte tal vez haciendo lo mismo.

30 Días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora