𝘊𝘭𝘢𝘴𝘦 𝘱𝘰𝘳𝘰𝘳𝘰 ᴹᵒⁿˢᵗᵃ ˣ

🍭 7- El negocio 🍭

Uno de los juegos que más disfrutaban en el jardín de infantes era el negocio. Siempre que podían y encontraban un buen lugar jugaban a vender objetos, usualmente comida, simulada con cosas que encontraban cerca. Algunas veces tenían ladrones, otras necesitaban ayuda de los bomberos y hasta habían atendido a familias, todo simulado por ellos mismos; lo que hacía más interesante el juego.

-Y así debemos moldear la plastilina para que nos quede una bonita esfera. ¿De qué color es? 

-¿Cree que somos bebés? Es roja.- se quejó ChangKyun.

-¡Roja!- gritaron los demás compañeritos.

-¡Yo lo dije primero!- protestó.

-Muy bien todos. Ahora vamos a hacer lo mismo pero con este color.

-¿A qué vamos a jugar hoy?- preguntó MinHyuk mientras dejaba de lado su tarea.

-Con Chang vamos a poner una tienda.

-¿De verdad? 

-Si, en el patio.- se jactó ChangKyun.

-¿Podemos ir nosotros también? 

-Si, necesitamos gente que compre.

-¿Y qué venden? 

-Niños ¿están todos haciendo sus esferas de plastilina azul?

-Callese señora. Interrumpe nuestros negocios.

-¿Disculpa, ChangKyun?- miró incrédula al niño.

-Que si maestra.- sonrió falsamente- como les decía, vamos a vender de todo.

-¿Cómo qué? 

-Trajimos algunas cosas y van a pagarnos con comida. 

-Pero es un juego.- repitió KiHyun.

-No para mi. Es un negocio.

La maestra oía de lejos la conservación de los niños mientras apuntaba en una libreta "hablar con la mamá de ChangKyun".

Poco después la hora del receso comenzó y, JooHeon y ChangKyun comenzaron con su negocio en el patio de la escuela. Se encontraban junto a unas hamacas y detrás de ellos tenían la "mercancía".

-¿Pero podemos ser personajes?- preguntó HyunWoo.

-Claro que sí, es un juego. Pero no olviden el dinero.- el mayor asintió.

El primero en ir al negocio fue KiHyun.

-Buenos días, ¿qué desea? 

-¿Qué tienen para vender? 

-Hoy vendemos estos dulces.- ofreció el mayor de los vendedores.

¿Qué podían tener esos dulces de malo para que no los quisieran? No era algo que se preguntaron los demás, pero a decir verdad esos dulces llevaban un mes en la mochila de JooHeon, ChangKyun los había masticado en una oportunidad y actualmente se le habían caído al piso al comprador.

-¿Y cuánto cuestan? 

-Ocho galletas.

-Eso es muy caro, ChangKyun.

-No, mira. Una, dos, tres, ocho.- contó de las que había tomado de la bandeja de Kiki.

-¿Ya aprendiste a contar, Chang? Eres muy inteligente.

-Si, después puedo enseñarte.- presumió a JooHeon quien agradeció la propuesta.

KiHyun asintió, tal vez no era tan costoso por lo que accedió al intercambio.