05. 𝐏𝐎𝐁𝐑𝐄 𝐈𝐋𝐔𝐒𝐀.

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-¡Bienvenidos al festival damas y caballeros! - anunció el dueño del evento -. ¡Disfruten!

-¿Estás segura de que venir fue buena idea? - susurró Jo a Daisy.

-No lo sé pero creo que nos vamos a divertir.

-Correccion, tú te vas a divertir. Por allá está tu amada - contestó señalando a la huésped de Laurence.

-No es mí amada.

-Últimamente parece que sí y no tendría problema con eso.

-Tú no tienes problema con nada, por ahora lo único que haré será divertirme como nunca y nada lo va a impedir...

Dizzie sintió la luz en sus ojos que aún se encontraban cerrados. La enfermera la despertó y le dejó una carta en la mesita blanca al lado de su cama. Luego ella lo abrió, era de Marmee, una Marmee muy preocupada comunicando el grave estado de salud de la queridisima Beth. A la semana siguiente la gemela preparó sus cosas junto con su mejor amiga y partió de nuevo hacia Massachusetts. El viaje en tren no se hizo tan largo. Llegó a su hogar en Massachusetts y al cruzar la puerta lo primero que vió fue a Meg y Jo abrazándose. Eso le recordó su soledad durante la adolescencia pero intentó olvidar ese asunto por el momento y abrazó a sus hermanas y a su madre.

-¿Cómo está Beth? - interrogó Dizzie.

-La fiebre aumentó y su corazón está debilitado - respondió Meg -. Está arriba durmiendo.

-¿Y Amy?

-Jo, ella no quiso que le arruinaramos el viaje.

-Amy siempre se pierde la parte difícil de la vida - suspiró Josephine.

-No digas eso...

-Meg, está vez estoy de acuerdo con Jo - contestó su gemela.

10 años antes...

-¡No encuentro mí otro guante! - dijo Meg.

-Usa el mío - respondió Jo.

-¿A dónde van? - preguntó Daisy.

-No te importa - contestó la joven escritora sentándose en la silla y colocándose sus botas.

En poco tiempo la gemela se dió cuenta.

-Ustedes dos van al teatro con Laurie y no me invitaron.

-Si y no vas a ir, no seas berrinchuda.

-Meg, ¿Puedo ir? - le suplicó Dizzie -. Por favor...

-No, lo siento.

-¡Podría pagar mí boleto!

-¡No irás! - gritó su tercera hermana.

Ambas ya estaban muy impacientes con la otra y cuando la no tan enferma explotó de la ira Josephine también.

-¡Meg dijo que puedo ir así que yo...!

Y Jo se acercó hacía ella de una forma tan amenazadora que, sorprendentemente, asustó a Daisy hasta el punto en que esta se hechó un poco para atrás.

-¡No vas a ir a ningún lado porque siempre te enfermas, así que deja de molestar! - vociferó.

La mayor intervino rápido separándolas y se disculpo por no poder llevarla.

-¡Por favor! - seguía suplicando -. ¡Por favor!

Más no fue escuchada y las dos ya estaban dirigiéndose a la puerta.

-¡Te arrepentirás de esto, Jo March! - exclamó lanzándole un zapato que por suerte no llegó a darle.

-¡Daisy! - la regañó Meg sin seriedad y como si su actuar le causará gracia. Luego finalmente salieron al carruaje.

-¡Te arrepentirás! - y se dió la vuelta observando a Beth en el piano y a Amy anonadada por su accionar -. ¡¿Y ustedes qué están mirando?!

Dizzie estaba furiosa. Se encerró en su cuarto y durante su furia se le cruzó un pensamiento por la cabeza "Quemar el manuscrito de Jo"... Y el pensamiento se le incrustó en la mente como nada lo había hecho hasta el momento. Entonces sacó fuerzas de dónde nunca había sacado e ira que no creía poseer ya que para todos ella era un ángel puro. Lo que nadie sabía era que creerte un ángel puro puede convertirte en un diablo desquiciado sin sentimientos cuando menos te lo esperas, por lo que buscó insaciable el libro de su hermana y quemó hoja por hoja con extremo placer de herirla y sin sentír culpa por sus palabras que aún recordaba "Estás enferma". Nunca la invitaban a nada poniendo la misma excusa, como si fuera la responsable de todo pero eso ya no le importaba. Con el manuscrito hecho cenizas solo faltaba esperar y la reacción de la ambiciosa escritora era lo que Dizzie más deseaba presenciar.

Tomó un libro que Laurie le había prestado se sentó en el sillón junto con la pianista y la pintora hasta que llegaran del teatro, por lo que comenzó a practicar su actuación de tonta que no sabe nada. A el libro lo denominó como un relato nada interesante y comenzó a revisar las hojas sin leer. Después de casi dos horas sus hermanas llegaron y se pusieron a hablar de su hermosa experiencia. Jo subió sin tener idea de la gran frustración que se llevaría.

'Pobre ilusa' pensó Daisy.

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𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora