58. La Boda de Meg y Jhon.

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-- ¿Al final que te dijo? --le preguntó Daisy a su hermana mientras ambas se encontraban cuidando a Beth.

-- Que fue un error casarse conmigo --agachó la mirada cuando terminó de arropar a su hermana --. No entiendo por qué lo hice... --y, de la nada, elevó la frente con una expresión llena de esperanza, sus ojos brillaban y abrió medianamente su boca, parecía que una maravillosa idea se le había venido a la mente. Daisy la miró con curiosidad y, antes de animarse a preguntar, su gemela partió emocionada del cuarto. Ignorando las suplicas de Dizzie por conocer la razón de su repentino comportamiento. 

Hace casi nueve años... 

Meg y Jo estaban acomodando unas cosas cerca de la ventana cuando Laurie pasó y apoyó una de sus rodillas en el piso actuando como si estuviera rogando algo. 

-- ¿Qué le sucede? --arqueó las cejas Meg observando a su hermana. 

-- Está haciendo una representación de Jhon Brooke cuando lo rechaces ¿Y sabes qué? Lo más probable es que accedas a lo que sea que te va a pedir. 

-- ¡Eso no es cierto! --exclamó indignada --. Le diré las cosas como son y asunto cerrado. 

-- No, te dejaras llevar por su súplica y al rato terminarás casada porque te conozco y así eres. 

-- Basta, Jo --le ordenó --. El pobre hombre ni vino y ya andas especulando. 

Laurie se marchó contento al ver la pelea que había creado desde la ventana y en el camino se cruzó con su tutor, al que descaradamente le ofreció suerte. 

Jhon golpeó la puerta y entró, Jo por su parte se fue a visitar a Laurie dejándolos solos a ambos para que lograran conversar. Aún si no le tenía mucha fe a su hermana, fe que Margaret hubiera elevado por su sensatez al hablar e imponer su discurso y opinión con algunas dudas de hecharse para atrás, claro. Más esto no ocurrió y a Jhon le quedó claro que a Meg no le interesaba compromiso alguno con él, cosa que no se lo tomo a mal como la joven esperaba y hasta ofreció que continuaran como amigos. 

El verdadero problema inició cuando de nuevo tocaron la puerta y se encontraron con la presencia de la tía March, quien no se veía para nada contenta. 

-- ¿Ya te ha propuesto matrimonio? --preguntó luego de un largo saludo --. ¿Aceptaste? --dijo con cierto desagrado en su rostro. 

-- Creo que debo irme --indicó el señor Brooke con una amable sonrisa y salió, pero al escuchar el palabrerío de la anciana la curiosidad le ganó y decidió quedarse. La hija mayor de Marmee se percató del hecho al cerrar la entrada, más su tía la interrumpió logrando que se olvidara de aquello --. ¿Sabe que tienes parientes ricos, niña? Ese puede ser el secreto de su amor. 

-- ¡Por favor, tía March! --exclamó con indignación --. ¡Ni Jhon ni yo nos casaríamos por dinero! 

-- ¿Quieres terminar en la pobreza como tu madre? ¿Quieres ser tan miserable como ella, eso quieres? 

-- ¡No tengo miedo de ser pobre y de tener "una vida tan miserable" como la de mi madre! --le espetó --. ¿Y sabe usted una cosa? ¡Estoy sorprendida de que Jhon me ame siendo tan inmadura y estúpida! Es más, se lo vuelvo a repetir por si no lo ha entendido ¡Mi Jhon y yo...! 

Entonces el recuerdo de Meg de que Jhon probablemente seguía detrás de la madera oyendo todo se le vino a la mente oyendo sus palabras: Mi Jhon.

-- ¿Lo amas? --cuestionó tía March confundida. 

-- Para tu desgracia, sí --contestó mientras Brooke se adentraba de nuevo a la sala. 

𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora