41. 𝐂𝐀𝐒𝐓𝐈𝐆𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐌𝐁𝐑𝐈𝐃𝐆𝐄.

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-- ¡Silencio! --ordenó la profesora. 

-- Él tiene razón --alegó Daisy --. Si hay un asesino suelto lo más conveniente es practicar y no solo saber la teoría. 

-- Señorita March --dijo a regañadientes. 

-- Es Granger --la corrigió de inmediato Ron. 

-- ¡Suficiente! ¡Potter y Granger, luego de clase irán a mi oficina! --exclamó --. ¡Voldemort no ha regresado y lo del señor Diggory fue un accidente! 

-- ¡No lo fue, lo ví con mis propios ojos! --la contradijo Harry. 

-- ¡Señor Potter, salga de inmediato de mi clase! 

El joven se levantó de su asiento notablemente enojado y azotó la puerta al salir. Estaba furioso y Dizzie pensó en acompañarlo, pero la maestra no permitió que nadie más huyera del salón sin su permiso. 

Al terminar la hora ella salió acompañada de Ron cuando unos minutos después se les unió Harry. Por lo que Ronald comenzó a reclamarle algo luego de que el de gafas dijera: 

-- La profesora Umbridge --miró a Daisy --. O Umbitch -los tres sonrieron recordando el divertido momento --. Pasó el castigo para las cinco. 

-- ¡¿Cómo que para las cinco?! --riñó el pelirrojo --. ¡A esa hora es el partido de Quiditch! 

-- Disculpen --los interrumpió Dizzie --. ¿Qué es "Quiditch"? 

-- Es un deporte que se practica aquí en Hogwarts --le explicó con un drástico cambio en su voz, ya no parecía enojado. Cosa por la que Potter lo miró confundido --. Te lo seguiré explicando en la sala común. 

-- ¿"Sala común"?

-- La sala donde están los dormitorios de todos los que pertenecen a Gryffindor. 

-- Granger --la nombró el de lentes --. Umbridge me pidió que te avisara que tu castigo es a las seis y media en su oficina. 

-- Ahí estaré. 

 

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Eran cerca de las seis y media cuando Daisy caminaba en dirección a la secretaría de la nueva maestra. No había visto a Harry luego del castigo que a él le tocó y tenía un mal presentimiento que le provocó dudas sobre si debía golpear la puerta con tal de advertir su llegada. 

Después de pensar un rato se decidió por presentarse de una vez, abrió la puerta, se topó con una oficina de lo más extraña y pensó: "Esta mujer está loca"

El cuarto,a excepción de algunos muebles de color marrón hechos de madera o platos blancos de porcelana, era completamente rosa. Había uno que otro gato, lo que le recordaba de cierta forma a Beth, que se veían amigables e inocentes al contrario de la señora que estaba situada en la parte final de su escritorio con una sonrisa de que ocultaba algo. 

-- Siéntese --indicó enseñando que adelante suyo había una cómoda silla. 

Dizzie se aproximó un tanto temerosa y se ubicó en el asiento.

<<Podemos salir corriendo ¿Verdad? Esta vieja me da mala espina>> comentó Lilith. 

<<¡Lilith, es suficiente!>> la regañó Hermione. 

<<Lo siento, pero esta vez estoy de acuerdo con ella>> la interrumpió Violett. 

<<¡Genial! ¿Resulta que ahora hablas?>> dijo Herms de manera reprochante e irónica. 

Violett no le respondió y Granger volvió a centrarse en la realidad. 

-- ¡Señorita Granger! --la regañó --. ¿Está escuchando lo que digo? 

<<No, la verdad no>> pensó. 

-- No, lo siento --contestó y la profesora le lanzó una mirada de disgusto y enojo junto con cierta desaprobación que en el momento le resultó familiar. 

De la nada comenzó a sentir como si se desconectara de su cuerpo al mismo tiempo que cerraba los ojos para luego volver a abrirlos y darse cuenta de que ya no estaba en aquel lugar. Sino más bien en otra habitación que, si no fuese por la poca luz y sonido que emitía una ventana, hubiera reinado en ella el silencio y la oscuridad. 

La niña de nueve años, acurrucada en un rincón, empezó a sentir frío. Por lo que trató de abrigarse con la ropa que ya tenía percatándose de que algunas partes estaban rotas y de que le faltaba un zapato. Aunque su cabello continuaba despeinado como de costumbre, solo que esta vez lo notó más desarreglado. 

Por otro lado Hermione, Lilith, Violett y Emma se turnaban para aguantar los azotes de Umbridge que les concedió como castigo.

<<¡Yo les dije que esto era una mala idea!>> chilló Lilith con desesperación cuando fue el turno de Violett de dirigir el cuerpo de Dizzie.

<<¡Podremos aguantar!>> alegó Mione.

<<¡Chicas! ¡¿Quién sigue?!>> pensó Violett interrumpiéndolas.

<<¡Yo!>> dijo Emma y continuó resistiendo a pesar de no ser la más fuerte.

Umbridge dejó de golpear a la pobre chica con aquel cinturón y esta de inmediato se desmayó cayendo al piso.



























¡Hola! ¿Cómo están? Espero que bien :)

Pongan yo acá los que odian a Umbridge ----------------------------->

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Bye 💖😘

𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora