07. 𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐂𝐑𝐈𝐓𝐔𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐉𝐎 (𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 1).

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—¡Dizzie! —Exclamó Marmee —. ¡Hay alguien esperándote en la puerta!

Ella bajó las escaleras y se encontró con la huésped del señor Laurence.

—Hola —Saludó —. Jo me dijo que ya estás mejor y pensé que podríamos salir a caminar...

—Claro —Sonrió —. Nos vemos después mamá.

Las muchachas salieron agarradas del brazo a pasear por la nieve. En eso vieron a Jo y Laurie jugando a lanzarce bolas de nieve. Eleanor hizo una y la tiró hacía el chico golpeándolo en la cabeza. Theodore se levantó de inmediato del piso y le devolvió el golpe iniciando una batalla campal. Las otras hermanas los observaban por la ventana y decidieron unirse. Amy y Meg fueron del lado de las chicas y Beth con los amigos. Por primera vez Daisy no se sentía excluida.

—¡Daisy! —exclamó Jo bajando felizmente las escaleras —. ¡Daisy! ¡Beth despertó!

La joven salió de su trance de recuerdos y sonrió al escuchar las palabras de su hermana. Luego fue hasta la habitación para visitar a la enferma. Beth hacía en la cama, debilitada, y con un poco de alegría en su rostro pálido.

—Buen día, Dizzie.

Ella la abrazó y se sentó mientras Josephine las observaba desde la puerta.

—¿Cómo has estado?

—Te extrañé mucho.

—Yo también querida, por lo menos no estás en aislamiento en un hospital de mala muerte.

—Daisy - reclamó Jo a regañadientes.

—Tranquila, ya no tiene diez años - respondió y volteó de nuevo a Elizabeth -. Vamos a hacer que te mejores para la primavera, visites a Amy y estemos juntas de nuevo ¿Te parece?

—Así le hablabas cuando tenía 5... —Interrumpió la escritora.

—Dios, que suerte que Amy no vino —Murmuró Dizzie.

—¿Qué acabas de decir?

—Nada...

—Como sea, debo irme pero si necesitan algo para el médico o medicamentos yo les presto mí...

—No hace falta que nos des tu dinero —Suspiró de forma reprochante la gemela mirándola —. ¿Te parece que no sé cómo lo consigues?

La de ojos azules se quedó callada y se retiró en silencio de la habitación azotando la puerta.

—¿Qué sucede? ¿Cómo lo consigue? —Preguntó Beth confundida y con voz rasposa.

—Últimamente estuve leyendo lo que ella pública en los diarios bajo un pseudónimo y estoy segura de que lo escribe solo para agradar pero no porque le gusta.

—¿Esas historias tan malas son?

—No me equivoco cuando digo que son horripilantes...

10 años atrás...

Jo estaba en el ático colocándole signos de puntuación a uno de sus manuscritos, luego lo ató con una linda cinta roja. Decidió bajar con los papeles debajo de su hombro y se encontró con Dizzie.

—Hola —Dijo Dizzie —. ¿Está Meg allá?

—No pero me tengo que ir.

—¿A dónde vas tan apresurada?

—Es que... Le prometí a Laurie juntarme con él.

—Entonces te dejo tranquila, adiós.

Jo se puso un abrigo y un sombrero lo más sigilosa posible y se fue por la ventana de atrás de la casa. Una vez fuera de calmó y tomó un ómnibus para llegar a la ciudad con cierto misterio y alegría. Al llegar al lugar subió y bajó muchas veces las escaleras hasta que entró. Al salir se encontró a lo lejos a su mejor amigo y empezaron a caminar juntos.

—¿Qué estabas haciendo? —Preguntó él.

—Nada importante.

—¿Ya fuiste al dentista?

—¿El dentista? —Respondió nerviosa y Laurie frunció el ceño —. ¡Ah si! El dentista... Si, ya fui.

—Ahora tendré que acompañarte a ti casa.

—¿Todavía sigues llendo al billar?

—Si, no es nada malo.

—Marmee no piensa lo mismo y más te vale que lo dejes si no quieres que dejemos de ser amigos.

—¿Por qué?

—Ella preferiría encerrarnos a mí y a mis hermanas bajo llave antes de juntarnos contigo en ese caso.

—Pues dile que todavía no saque la llave.

—Claro pero mejor dejemos de hablar de eso, ¿Qué te parecería si te cuento un secreto?

—Que quiero saberlo.

—Pero no se lo digas a nadie.

—Lo prometo.

—¿Lo juras por tu vida?

—Lo juro por mí vida.

—Pues fui a darle una de mis historias a un diario que me dirá la semana que viene si aceptan el cuento o no.

—¡Escuchen gente, Jo March, la célebre autora! —exclamó de alegría y Jo lo golpeó en el hombro.

—¡Callate tonto! ¡Te dije que no debías decircelo a nadie!

—A esa gente ni la conoces, ¿Qué importa?

Después ella siguió su camino tranquilamente a casa.

Hola chicos😘

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Hola chicos😘.

Estos caps van a ir dedicados a nuestra reina Jo March.

Sin nada más que decir.

Bye 💖.

𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora