26. 𝐔𝐍𝐀 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍.

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- Gracias por tomarse el tiempo de venir, señorita Barry -dijo la profesora McGonagall -. La señorita Granger será muy tomada en cuenta.

- Siendo así debería irme ya.

- Por supuesto.

Ambas se levantaron de sus asientos y volvieron a estrechar sus manos en símbolo de despedida.

Mientras tanto en el departamento Daisy empezó a vomitar de la nada. Esto se detuvo cuando alguien tocó la puerta. Ella se limpió lo más rápido posible y abrió.

Un pelirrojo se dió la vuelta y habló sin siquiera notar la apariencia no muy agradable de la joven.

- Hola, ¿Sabrías decirme dónde está la habitación número 26?

La castaña no sabía si se trataba de una broma o el muchacho era un imbécil.

- Em... ¿Amigo? -lo nombró así a causa de no saber su nombre.

- Ron Weasley -la corrigió.

- Ron Weasley, esta es la habitación número 26 -respondió -. Hasta lo dice en la puerta -y se fijó en el objeto nombrado.

- Lo siento, en realidad quería asegurarme de que no había nadie.

- ¿Por qué?

- Me ha pasado que me dan la llave de un cuarto que está ocupado y terminan dándome una paliza -rió nervioso.

- ¿Eso que tiene que ver con lo que me preguntaste?

- Nada... Pero no sabía que decir, excepto esa estúpidez... Cómo sea, debo ir a reclamar el error.

La joven notó un escudo, al parecer un uniforme, de la escuela a la que quería asistir que sobresalía del bolso del chico.

- ¿Conoces Hogwarts? -inquirió la castaña apoyando su mano suavemente en el marco de la puerta.

- Si, en realidad voy a ahí.

- Yo recién este año -sonrió -. O por lo menos ese es mí plan, me contaron que es un buen colegio.

- Es excelente, el mejor.

- Entonces... ¿Nos vemos allá?

- Claro, recordaré saludarte.

- Hasta pronto -y cerró de manera cuidadosa la puerta -. Es una idiota -murmuró frustrada cayendo en su cama.

Después de un tiempo alguien entró de golpe.

- ¡Te aceptaron! -gritó Eleanor adentrándose al lugar de un portazo y exaltando a su novia -. ¡Te aceptaron!

Dizzie se volteó y le dió una sonrisa.

- Es una buena noticia.

- Si, pero debo irme enseguida -comentó El colocándose un abrigo que estaba colgado a su lado.

- ¿A dónde?

- ¿Qué no te conté?

- ¿Qué cosa?

- Conseguí trabajo -se acomodó la chaqueta.

- Que bien... Adiós.

- Adiós.

Barry fue corriendo al trabajo, dónde cuidaba a una anciana parecida a la tía March. Ahora comprendía muy bien a Jo...

- ¿Qué haces, niña? -se acercó la señora a la cocina.

- Cocinando.

- Mira, solo vine a hablar, la verdad es que si no lo hago contigo, no lo hago con nadie. En fin, te tendrás que acostumbrar a ser la que me escuche.

𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora