𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.

22. 𝐒𝐔𝐂𝐄𝐒𝐎 𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐍̃𝐎.

Laurie y el chico nuevo fueron de gran ayuda para mí escapatoria del pueblo de Concord, solo nos faltaba el lugar al que huiría.

— ¿Qué te parece París? —preguntó Tewkesbury mientras caminaba de un lado a otro.

— No, lo más probable es que me cruce con Jo cuando ella sea la acompañante de mi tía.

— Está bien, ¿Inglaterra?

— No funcionaría.

— ¿Suecia?

— Me gusta Suecia, pero no.

— ¿Escosia? —él dejó de caminar.

La idea fue una maravilla para mí.

— ¡Escosia! ¡Eso es!

— ¿Entonces Escosia?

— Claro —sonreí —. Debo avisarle a Eleanor.

Justo mi novia apareció con una noticia nueva e impactante.

— Iré a Brooklyn.

— ¡¿Qué?! —exclamé sorprendida y, quizá, algo enojada —. ¿Cuándo pasó?

— Cuando estaba en el internado hice un exámen a escondidas con ayuda de Laurie para entrar a una escuela en Brooklyn.

— ¿Te vas a ir? —dije con más calma.

— En marzo del año que viene —respondió, luego vi la carta de aceptación que tenía entre sus manos —. ¿Ya decidieron algo?

— Me mudaré a Escosia —contesté.

— Allá hay una escuela muy famosa a la que podrías ir para recuperar este año que perdiste.

— ¿Cómo se llama el colegio?

— Hogwarts.

— Entendido.

— Yo me instalaré en Brooklyn y tú en Escosia.

— ¿Y qué tan rápido llegan las cartas?

— Dicen que llegan rápido luego de un tiempo.

Sin duda lo último que me interesaba en ese momento eran las cartas, tenía miedo de no saber manejar una relación a distancia.

— ¿Novias... Por correo? —fruncí el ceño.

— Exacto, para mí es una buena idea.

Yo no me encontraba muy segura de que pudiera funcionar, menos conmigo. Era una loca que casi asesinaba a su propia hermana hace como 3 meses, o incluso más, cuando esta fue la única que la apoyo en su relación mal vista por la sociedad. Aunque, si les digo la verdad, me enojé mucho con ella sin ningún motivo aunque en ocasiones no... No sentía que me manejaba a mí misma, como si alguien me colocara las acciones o las palabras.

Quizá eso es solo una ilución que armé para no sentir tanta culpa por lo que hice, a pesar de que fue muy real. Lo único que quisiera saber ahora es de dónde saqué tanta violencia y poca empatía por una persona tan buena y amable que no se merecía mi odio.

No lo logro entender, pero una parte de mí desea regresar mientras que la otra me grita que voy a repetir los mismos errores y no sé frenar ese maldito recordatorio que sirve únicamente para decir que soy un asco de ser humano.

¿Alguien puede decirme de dónde viene toda esta locura? Mis padres nunca han sido violentos de ninguna forma, ni a la hora de pelear.

— ¡¿Qué no lo entiendes?! —me gritó un hombre completamente desconocido para mí.