𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐔𝐌 - 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐄𝐍//𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐓𝐀𝐒.

52. Jo persigue la camilla.

La familia March esperaba fuera de la sala rezando para que el veredicto fuera que Beth se recuperaría pronto, cosa que lamentablemente no sucedió. Por lo que se vieron obligados a pasar los días que fueran suficientes hasta que la pobre mejorara. Jo se pasaba día y noche afuera de la habitación donde su hermana había sido internada e inclusive se acercaba cada cierto tiempo a la puerta por si Elizabeth necesitaba algo aunque el médico en diversas ocasiones se lo prohibió. 

-- Señorita March --dijo el doctor, Josephine ahora se encontraba sentada en una silla a un lado de la enferma --. Lo lamento, pero no puede estar aquí. 

-- Ya lo sé... --alegó levantándose --. Lo siento --y se marchó al pasillo. 

Jo se sentó en una de las bancas de madera que estaban ahí y, aprovechando que los demás habían preferido quedarse en casa, comenzó a llorar y a pensar en todo lo que había pasado, incluyendo a Daisy. Con la diferencia de que ya no sentía miedo o enojo respecto a ella, en vez era una sensación de que quería encontrarla y saber sobre su paradero. En su mente creía que eso también alegraría a Beth. 

Fue entonces cuando recordó a la chica pelirroja que hace días se había cruzado en el mercado. <<¿Ella no dijo que su nuera tenía una familia de apellido March? ¿No será...?>> pensó cuando justo unas enfermeras pasaron por allí repentinamente, entre las cuatro llevaban una camilla donde la joven escritora con suerte pudo distinguir a una muchacha similar a Meg. 

-- ¡Por Cristobal Colón! --exclamó sorprendida y procedió a seguir aquella camilla sin que nadie se diera cuenta, en el camino fue chocándose con personal del hospital sin querer y se disculpaba, pero enseguida retomaba su rumbo hasta que llegando a una sala le cerraron la puerta en la cara --. ¡Por Cristobal Colón, no puede ser! --exclamó de nuevo sorprendida y notó que una familia entera la estaba observando, entre ellos, la chica con la que chocó hace días. 

Ron se levantó de su asiento y se acercó a preguntar. 

-- ¿La conoces? 

-- Sí... Es m-mi hermana. 

-- ¿Tu apellido es March? --inquirió el señor Weasley y ella asintió --. ¿Ustedes quiénes son? --los interrogó ahora Jo. 

-- Yo soy Ronald Weasley, Ron --se presentó --. Soy su marido. 

-- ¿Qué? --rió nerviosa esperando que fuese una broma, pero su rostro se tornó serio al notar que era real --. Que bueno, felicidades. 

-- ¿Y tu familia, querida? --dijo la señora Weasley con dulzura. 

-- Mi otra hermana, Beth, está aquí en este mismo hospital  internada y el resto está en una casa que alquiló mi amigo Laurie --explicó --. El viaje fue su idea. 

-- Eso es genial --murmuró George y Fred agregó en el mismo tono recibiendo una mirada incrédula de Ginny --. Necesito conocer a ese Laurie. 

De la nada una enfermera salió del cuarto, se veía tranquila. 

-- Ya está mejor, pueden pasar. 

-- Adelante --comentó Ron indicando que Josephine debía entrar. 

-- ¿Por qué? 

-- Hace años que no te ve... Por cierto ¿Cómo te llamas? 

-- Josephine March, Jo --dijo y al fin se adentró a la habitación fijándose en Daisy, quien se encontraba aparentemente dormida. Por lo que se sentó a su lado y tomó su mano, dudando antes en hacerlo, con una sonrisa. 

Dizzie luego de un largo rato abrió los ojos de manera lenta y las primeras que se asombraron fueron Herms, Lilith, Violett y Emma. La castaña aún procesaba el hecho de que se estaba reencontrando con alguien que no veía hace años.