El príncipe del reino Azul [L.S]

10. Necesario

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Necesario

El día siguiente al velorio no fue mucho mejor. Si bien Louis ya no pasaba las noches en vela como lo hizo la primera semana luego del fallecimiento de sus padres, cuando cerraba los ojos, dispuesto a dormir, miles de pesadillas lo atormentaban, lo que consideraba peor, así que, a altas horas de la madrugada, se levantaba de su mullida cama para sentarse en el alféizar de la ventana, dispuesto a observar las estrellas el poco tiempo que quedaba para amaneciese.

Ése no fue la excepción, Louis vio la presencia del alba desprenderse de la oscuridad con solemnidad. Las estrellas desaparecieron, pero el cielo se tiñó de tonalidades rojizas y rosas, a medida que el sol se hacía presente. La luz fastidió un poco en sus ojos, pero fácilmente se recuperó de aquello. Aguardó unos minutos para vestirse, entonces buscó su camisa negra y pantalones de vestir del mismo color. Su familia estaba de luto, su reino completo también

Suspiró, poniéndose su calzado desganado y caminó con pesadez hasta las cocinas. Al entrar, se encontró con los empleados trabajando, y Liam y Zayn hablando en un rincón, sentados frente a una mesa. Habían colocado frente a ellos unos jugos, tartas y huevos revueltos. A Louis le rugió el estómago, recordando haber pasado hambre durante toda la noche.

No pasaron muchos segundos hasta que los empleados notaron su presencia. Lo invitaron a sentarse junto a sus amigos, y él obedeció sin muchas fuerzas.

—Has madrugado en sobremanera, ¿no es así? —cuestionó Liam.

—No es intencional, pero no creo poder tolerarlo mucho más.

—Debes tener cuidado con eso, no creo que sea muy bueno para tu salud tener escasos momentos de sueño... —suspiró Zayn— me preocupas.

—Disculpa —susurró Louis, apoyando la frente sobre la mesa. Al cerrar los ojos, unos verdes llegaron a su mente.

—No te disculpes, Louis, pero debes comenzar a dormir por las noches —le dijo Zayn, colocando una mano sobre su espalda.

—Eh... una pregunta, ¿Qué hacía Harry Edward aquí? —cuestionó, mirando a sus amigos— ¿Alguno habló con él?

—Ambos hablamos con él... supongo que estaba rendiendo honor a tus padres, Louis, él era muy cercano a ellos —obvió Liam.

Entonces recordó lo que su padre le había dicho, que consideraba a Gemma como una hija, y era muy probable que a Edward también lo sintiese así. Cerró los ojos de nuevo. Se lo había contado antes de irse aquel día. Ese maldito día.

—Está bien... supongo que no le hubiese vuelto a dirigir la palabra si no se aparecía aquí... —suspiró.

—Hubiese sido totalmente extraño... en fin, me alegro de que el tiempo haya alcanzado para que el recado llegase a donde sea que estaba y pudiese volver —dijo Zayn, tomando un pedazo de tarta de duraznos que había frente a él— Me lo crucé en los jardines, me ha dicho que quiere hablar contigo —le informó.

—Pero él ya se fue, ¿no? —frunció el ceño.

—Por supuesto que no —obvió Liam— Su familia se ha quedado en el reino... de todos modos, creo haber oído a los señores Anne y a Des hablar sobre que iban a volver mañana en la tarde.

—Bien, de todas formas, no me apetece hablar con él por el momento, estoy cansado, sinceramente no me siento bien en el plano sentimental, y lo último que necesito es hablar con ese chisgarabís.