El príncipe del reino Azul [L.S]

21. Indefenso

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Indefenso

El pasar de las semanas había implicado a unos Liam y Zayn reprochándole no haberles contado sobre el intercambio de saliva con Harry Edward y una gran pesadez ante la pérdida de Dorothea, además de la pelea con el príncipe que constantemente invadía sus sueños.

A este último le había enviado una docena de cartas, pero, aún pasado un mes, no había obtenido respuesta alguna. Sin embargo, Louis no quería resignarse a perderlo cuando apenas había tenido la oportunidad de tenerlo. No cuando había tocado el cielo con las manos.

Algunas veces se sentaba en una esquina de su cama, pensando cuán irreales habían resultado los minutos en los que tuvo aquella cercanía con Edward ¿Realmente había sucedido? No estaba totalmente seguro. Sentía que había sido un sueño... pero si cerraba sus ojos y se concentraba en el momento a veces creía que podía volver a sentir los suaves labios de Harry sobre los suyos.

Aquel día, que se cumplían cuatro semanas exactas de la ida del príncipe del reino Verde, llegó del mismo lugar tres cartas, que rugían ser importantes desde las manos del mensajero. Estaban protegidas por sobres de un color verde oscuro, que llevó a Louis a viajar imaginariamente hasta los cientos de pinos que se encontraban en la frontera entre Glas Hare y Gormwolf, y al color tan característico de ellos.

Recibió los sobres hecho un manojo de nervios, con las manos temblándole ligeramente, y no le habló a nadie para correr escaleras arriba hasta su habitación para poder leer aquello tranquilo. Uno estaba dirigido a él, el rey de Gormwolf, otro a Zayn, y el restante a Liam. Sin embargo, el mensaje no era por parte de Edward. Al menos no directamente.

Era una invitación para ir al reino.

Pero a su coronación.

Harry sería nombrado rey.

En su pecho se inició una creciente sensación de orgullo y felicidad, que logró que saliera de su habitación y se enfrentara al pasillo.

—¡Salgan de sus cuartos, dormilonas, tengo noticias! —gritó. Al notar que ninguna realmente acató su orden, tuvo que entrar habitación por habitación y arrastrar a todas sus hermanas hasta la suya, depositándolas en la cama. Como ya estaba en ese proceso, fue hasta las de Zayn y Liam y los llevó al mismo lugar que a los demás.

—¿Te has vuelto demente? ¡Son las seis y media de la mañana! —se quejó Zayn.

—Tengo cartas —informó, haciendo entrega de las suyas a sus amigos.

—¿De Glas Hare? —cuestionó Liam, girando el sobre entre sus dedos, para luego abrirlo. Al hacerlo, sus cejas se fruncieron, pero luego relajó su gesto. Louis no pudo dejar de notar que, a diferencia de la suya, la carta de Liam constaba de dos hojas, y no solamente de una.

—¿Qué dice? —preguntó Louis.

—Que Harry quiere que vaya a su coronación, como invitado.

—¿Coronación de Harry? —se entusiasmó Daisy, moviendo a Félicité de un lado al otro.

—Daisy, suéltame —se quejó ella.

—¿Harry va a ser rey? —se asombró entonces Phoebe.

—¿Y la otra página? —cuestionó Louis a su amigo.

—Una es la invitación, y la otra es la explicación de que quiere que vaya como invitado —aclaró.