EXTRA 01

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EXTRA 01

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La gran ventana, ubicada frente al sofá de su habitación, le permitía ver ampliamente lo que sucedía en los exteriores del palacio. Él se encontraba sentado en el mueble, con su pierna izquierda moviéndose repetitivamente de arriba hacia abajo. Sus verdes ojos se concentraban en el cielo, ya que, cuando el sol se posicionase tan sólo un poco más arriba en él, un carruaje estaría abriéndose paso entre los árboles, en el camino que llevaba hasta el palacio. Quizás Harry no vería el vehículo aproximándose desde aquella ventana, pero eso no quitaba el ligero nerviosismo que invadía de a ráfagas su cuerpo.

El nevado paisaje que se extendía frente a él pudo haberlo relajado ligeramente, pero la cantidad de sentimientos que bailaban en su interior no iban a permitirlo.

Su intención era aguardar allí, quizás toda esa hora que lo separaba de la causa de su impaciencia, y probablemente se lo hubiese permitido si su rubio amigo no hubiera interrumpido en su habitación sin siquiera tocar la puerta. El príncipe Harry, de trece años en esos momentos, ni siquiera debió voltear para saber que se trataba de él. Niall siempre había sido así de permisivo cuando se trataba de invadir su privacidad. Y apenas tenía diez años.

—¡He llegado! —avisó, caminando frente suyo para tomar asiento en la silla del escritorio que estaba a unos metros de distancia, contra la pared.

—Lo he notado —suspiró, sonriendo levemente.

—¿Estás preparado para tu sufrimiento? —preguntó.

—¿Disculpa? —se extrañó.

 —Louis William y su familia vendrán de visita —le recordó.

—Ugh —gruñó Harry.

Evidentemente ya lo sabía, había una obvia razón por la que se encontraba sentado frente a la ventana.

 —Por cierto, todavía no logro comprender por qué no te agrada Louis, es divertido.

—No lo es —suspiró, pensando en las veces que lo ignoraba e ignoraba su presencia— Es irritante.

—Yo creo que es bastante amigable —contradijo, rodando los ojos.

Harry bufó, quitando la vista de la ventana para posarla por primera vez en su amigo, y se paralizó al hacerlo.

El rubio tenía la mirada fija en su escritorio... quizás, más específicamente, la hoja que posaba sobre él. El ojiverde se maldijo mentalmente al haber sido tan descuidado al dejar aquello a la vista de quien sea que entrase a la habitación. Fue testigo de cómo los ojos de Niall se abrían desmesuradamente.

—¿Te gusta alguien, Harry? —cuestionó, volteando a verlo.

—¿Por qué preguntas? —preguntó, intentando parecer indiferente.

"Pronto te veré y mi corazón enloquecerá como cada vez que te observo".

Eso es lo que el papel decía. Ni siquiera hacía falta que Niall se lo dijera porque, si debía ser sincero consigo mismo, exponía que indudablemente tenía sentimientos por alguien. Harry agradecía no haber escrito, en su momento, su nombre después de la última palabra, a pesar de que sus dedos picaban por hacerlo.

—Este papel... —comenzó a explicar.

—No me gusta nadie, Niall —le cortó. Sin embargo, sabía que era inútil negarlo.

—Me estás mintiendo —susurró— ¡Te gusta alguien! —festejó.

—Es sólo un poema que leí por ahí.

El príncipe del reino Azul [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora