Etapa 3: ¡¿ESTO ESTÁ PASANDO DE VERDAD?!

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POV JUNGKOOK

- No se preocupe, en este lugar nadie le juzgará, solo le vamos a ayudar. Aquí es seguro.

Suspiré ante lo que me dijo mi terapeuta. En lugares como esto es en donde me siento más vulnerable, siento que en cualquier momento pueden usar información en mi contra, que se le contará a mi madre o que pensarán mal de mi por lo que les cuento, o talvez no me puedo relajar.

- Usted sabe que no puedo relajarme muy bien.

- Estoy al tanto de eso, Jungkook. Pero ambos sabemos que viniste aquí luego de la pelea que tuviste con tu madre - me hace un gesto con su mano izquierda para que me acueste en el sofá blanco del consultorio - recuestate primero, cuando estamos cómodos, tendemos a desahogarnos de una manera más eficiente.

- De acuerdo - me acuesto totalmente y pongo mis manos como puños sobre mi estomago.

La señora Lee, es la típica señora de cuarenta años que se dedica a este trabajo, es una mujer demasiado atenta que lleva su pelo negro en una cola mediana, siempre con una mirada neutra, para nada amenzadora y que le gusta hacer sentir cómodo a su paciente.

- Bien, comencemos - veo que saca del cajón más cercano de su escritorio blanco una agenda de color azúl pastel junto con un boligráfo de color rosa crema. Vaya, a ella le gustan los colores pastel - cierra los ojos - hago lo que me dice sin esperar segundos - empecemos con las preguntas para ir entrando en confianza, jejeje - hago una sonrisa parcialmente fingida y asiento.

- Lo que usted diga - suelto un suspiro aún con los ojos cerrados.

- Ok, primera pregunta, ¿Estás cómodo? Se sincero.

- ¿Con el sofá con en general? - suelto una risilla.

- Sería mejor en general - parece que abrió la agenda, oigo como pasa las hojas y como presiona el boligráfo para sacar la punta y escribir.

- Me siento algo tenso, estos ambientes me generan algo de intranquilidad y no se el por qué.

- Muy bien, siguiente, ¿Puedes recordar el color de tus tennis de hoy? Sin mirar por favor - trago sáliva.

- S-Son negros, si, si creo que son negros. Me gusta el negro en mis zapatos - sonrío timidamente.

- ¿Enserio? - dice en un tono inquisidor. Yo mojo mis labios con mi lengua - pues yo los veo azúl oscuro - mierda.

- Si, eso. Me cuesta aveces diferenciar entre esos dos colores, son parecidos - ella sigue escribiendo en su agenda, está sin decir nada por segundos, pienso que los usa para escribir.

- ¿Puedes decirme qué comiste antes de venir a la cita? 

- Fui a comer con unos amigos y ordené una hamburgüesa con coca cola.

- Para ser deportista, comes mucho - yo me río un poco.

- Me gusta comer algo "no tan sano" de vez en cuando, usted sabe - hago comillas con mis dedos.

- Si te entiendo, mi hijo de siete ruega por su helado luego de cenar - embozo una sonrisa un poco rara para describirla - ¿Cómo estas en la escuela?

- Mmm, creo que me va bien. Digo, no soy el mejor de la clase pero no soy el mejor, creo que soy suficiente.

- Define suficiente - vulevo a escuchar el boligráfo golpeando la hoja de la agenda.

- Imagino que no tengo mucho pero támpoco me muero de hambre, estoy en la mitad cómodamente.

- Entiendo, ¿Puedes decirme qué pasó con tu madre hace unos días? - mi garganta se puso un poco tensa y mi sonrisa se apagó rápidamente - no te tienses, lo que digas no saldrá de esta habitación.

Maldito sea el día en que te conocí || YOONMIN°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora