Las risas infantiles se escuchaban al otro lado de aquel parque.
En esa mañana, la familia Park había organizado un almuerzo con los vecinos de su sector. En ese lugar, cuatro familias además de la Park, asistió para relajarse y desconectarse de sus tareas diarias y frustrantes.
- Jimin, deja de jugar y ven a lavarte las manos. El almuerzo ya casi está - la mujer sentada en una banca de madera, vestida con una traje blanco y unos zapatos negros
- Ya voy mamá, estoy jugando.
El niño pequeño se encontraba jugando en el suelo como un pequeño conejo, frágil y tierno a la vez. El niño de cabello oscuro, y de ropas color rosa en la parte de arriba y blanco en la parte de abajo... Bueno, no tan blanco por el barro.
- ¡Jimin! - lo llama la mujer para que venga.
- Tu mamá te está llamando - otro pequeño de cabello chocolate se junta donde esta Jimin.
- Lo se, pero estoy jugando, no quiero ir - el de cabello de chocolate le toma de las manos al niño para que deje de cavar en la tierra.
- Si no le haces caso, tu madre te va a regañar - el más chico se suelta del agarre del otro niño.
- No digas eso, Jin. Si quieres ir tu, ve - el niño se disponía a seguir cavando en el suelo hasta que una mano adulta se los impidió.
- ¿Qué te he dicho de jugar en el suelo? - la madre del niño lo levantó del suelo y ambos comenzaron a llorar.
- ¡MAMÁ! - niño comenzó a llorar un poco - ¡QUIERO SEGUIR JUGANDO!
Los dos caminaron al baño y cuando estuvieron el el sector público, la madre cerró la puerta.
- Ya mi niño, no llores - la madre sacó una toalla desechable y la mojó en la llave, luego pasó a quitar la tierra de las manos del niño - no quería regañarte, solo no debes desobedecerme.
- Pe-Pero - Jimin frotó su puño pequeño en su ojo derecho - lo siento, mami.
- No importa, cariño - la mujer le quita las lágrimas con su pulgar - no quiero que llores.
La madre toma al niño del brazo y lo guía más cerca de los lavabos, una vez cerca, le pone ambas manitos en la llave. El niño tiene que levantarse en puntillas para alcanzar la altura correcta. Jimin sonríe cuando siente el agua fría correr por sus manos, luego la mujer toma jabón liquido del dispensador y lo pone en las manos de su niño y empieza a lavar las manos del pequeño mientras él sonríe. Cuando ya tiene las manos limpias, la madre toma una toalla desechable y seca las manos del niño.
Comienza a secar hasta el área de los brazos agachándose para llegar a la altura del niño, al llegar a ese lugar, su mirada se congela al ver el moretón color amarillo en el brazo de su hijo, moretón que la manga de la camisa cubría.
- Jimin - lo llama susurrando.
- Dime, mami - la mujer le levanta la manga hasta el hombro del niño y ve el moretón más prominente.
- ¿Có-Cómo te lo hiciste? - el chico mira el moretón y vuelve a mirar a su mamá sin inmutarse. Ella se levanta y le da la espalda al niño.
- No me lo hice - el niño se acerca a su madre - fue papá - la mamá abrió los ojos completamente y bajó la manga de su hijo.
- ¿Cómo pasó? - la mamá tenía cara de sorpresa mezclada con terror.
- No fue nada malo - el niño agarra el pantalón de su madre.
- ¿No fue nada malo? Jimin, no es normal que tus padres te golpeen, si él lo hace, tienes que decírmelo enseguida.
- Pero él me dice que es por mi bien, no hay nada de malo - la mamás vuelve a agacharse y lo mira fijamente - No quiero saber lo que pasó, solo quiero que me prometas que cuando vuelva a pasar me digas - el niño sonríe y la madre toma los hombros de su hijo y lo abraza - te quiero, le da varios besos en las mejillas.
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Maldito sea el día en que te conocí || YOONMIN°
Fanfiction-te odio Yoongi, ojala nunca te hubiera conocido - qué curioso ¿no? Sabes, yo digo lo mismo - ¿Qué? ¿Acaso solo me utilizaste para tener sexo, o qué? - si te soy sincero panquesito, tu culito estaba delicioso - ¡eres un hijo de puta! - ¿crees que no...