Un día normal de instituto, como todo es usual en el. Miro de reojo a la directora observando hacia todos lados en la entrada principal esperando su pesadilla. Sí exactamente yo, pero no la ve llegar.
El reloj marca las 1:30 y Angélica todavía no llega, aunque es muy normal en ella que siempre llega tarde y se siente la reina del mundo intentando dominarlo, lo cual es imposible porque todo el mundo está por encima de ella.
Se cierran las puertas, ya no se permite la entrada a ningún alumno que haya sido capaz de llegar tarde por equis razón.
La directora camina hacia la dirección y se sienta en su silla, dejando pasar la inasistencia de Angélica, es normal que algunos alumnos no asistan a clases, lo que no es normal es lo que ocurrió con ella.
En el salón de clases todo se encuentra normal a excepción de algo, hay una butaca vacía en la esquina justo al lado de Hailee, quien se encuentra con la mirada agachada, no está aquella chica ocurrente, loca y problemática con la que solía pasar el rato.
Hailee está triste esperando la llegada de su mejor amiga Angélica, lo cual nunca pasará, la entrada ya se había cancelado para cualquier estudiante, aún así llegase con la excusa perfecta. "No hay excusa para el futuro, el futuro no puede esperar", es una frase que solía decirme la directora.
Hailee tiene la esperanza de que Angélica llegue, sabe que es muy ocurrente y encontraría la manera de asistir, aunque sea arriesgando su vida saltando la barda.
La primera hora transcurre muy rápido, nadie, absolutamente nadie pregunta por la existencia de Angélica, saben que esa adolescente es un maldito caos, y no hay día en el que no se meta en problemas así que existía la posibilidad de que fuera suspendida o se hubiese ido de pinta, algunas veces lo solía hacer, era su mayor acto de rebeldía, ¿contra quién? Contra sus padres.
—Cárdenas Beltrán—menciona mis apellidos la maestra. Todo sigue igual, nadie responde.
Quizá la maestra piense que Angélica anda de distraída, casi siempre solía reprobar por eso, por no poner atención y olvidar decir presente que por ende razón tenía falta. Como si no hubiera asistido, sí exactamente, solo venía a perder el tiempo y a echar a perder a Hailee, quien la acompañaba en la mayoría de sus locuras.
—No ha llegado, maestra—mi mejor amiga respondió cabizbaja.
—Da igual un problema menos—mencionó sin alguna importancia, finalmente Angélica no era tan importante como ella creía que algún día llegaría a ser.
El día transcurrió muy de prisa. No se detuvo ni tan solo un segundo por la ausencia de una alumna que solo venía a causar problemas, poniendo el mundo de los profesores patas arriba.
Al llegar la clase de Psicología entró la Psicóloga Zaire. Entró como siempre ella reflejando una dulzura que nunca pude descubrir si era verdadera o no. Pasó asistencia, ella fue la primera maestra en percatarse de mi ausencia.
—Angélica faltó a clases, no es algo habitual en ella hacerse la pinta sin Hailee—ella sí mostró interés en mi ausencia, miró a Hailee buscando una respuesta en aquella mirada llena de tristeza.
Los segundos, minutos, horas, días, meses, años seguirían exactamente igual sin mi presencia.
Explicó la clase como de costumbre, Hailee seguía igual, se acercaban a ella y Hailee solo hablaba de mí, de mi ausencia aunque le preguntasen sobre cualquier otra cosa que no fuera yo, ella respondía algo referente a mí.
A nadie le hacía falta la adolecente problema, tal cual lo habían dicho mis padres, siempre para los de mi alrededor he sido un estorbo e incluso aunque nunca lo hayan dicho. «Ellos nunca te lo dirán por lástima, porque eres tan débil, pero siempre estorbas, serás como de esas personas que no se siente su ausencia, el día en el que tú te mueras le harás un favor al mundo». Y finalmente ellos tenían razón, los padres no serían capaces se mentirle a sus hijos, y los míos eran tan crueles que no les importaba si con sus palabras me llegaban a herir.
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Balas Perdidas ¿Alguien me amará? (Nueva Versión)
Teen FictionLa mayoría de los seres humanos saben lo que es sufrir por amor, pero, ¿alguna vez has sufrido porque tus padres no te quieren? ¿Has sentido ese desprecio y que el resto de las personas que te rodean crean que es culpa tuya? -¿Alguien me amará?-pre...