Todo fluye mejor

Me voy

CRIS

Hoy le dieron el alta a Joana, aún le tenía que hacer las curaciones todos los días y 2 veces a la semana tenía que ir a terapia, pero ya podía salir de ahí. Básicamente no teníamos nada de cosas de Joana así que fuimos a su piso. Cuando entramos no había nadie, creí que nos íbamos a encontrar con Lu pero no estaba. El piso estaba limpio, como si no hubiera pasado nada ahí mismo. Fuimos a la habitación y en una maleta metimos todas las cosas de Joana. Ya teníamos todo listo, estábamos por salir cuando en eso entra Lu. Mi cara cambio enseguida al verla, me puse seria.

LU

Llegue a casa y justo cuando entre vi a Joana y a Cris con una gran maleta. Entre en shock cuando las vi. Cris no me caía nada bien y verla con Joana menos me gustaba. No sabía si las cosas con Joana habían acabado por completo. Yo no quería que se fuera, quería volverlo a intentar pero con Cris en medio no iba a poder.

J: Hola Lu

L: Joana, ¿Qué pasa? ¿A dónde vas?

J: Me voy con Cris, voy a quedarme con ella.

L: ... - Me enoje mucho con eso –

J: Mira... no, no estamos juntas ya y será raro vivir juntas, tampoco es bueno que este contigo después de lo que pase. Mi psiquiatra me dijo que tenía que estar tranquila. Pero no te apures, yo no te voy a correr. Quédate con mi parte del piso si quieres, pero yo me voy.

L: Perfecto, apenas me dejas y ya te vas a ir con esta zorra, pero que rápida eres.

C: Oye cálmate.

L: Tú cállate, si no hubieras llegado nada hubiera pasado.

J: Ella no tiene la culpa de nada Lu.

L: Joana quédate... mira perdón por decirte todo eso. Estaba enojada. No volverá a pasar pero quédate, lo podemos intentar otra vez. Yo te amo.

J: Es que no hay nada que intentar. Lo que dije antes es cierto, amo a Cris. No te amo a ti y lamento si te lastime pero en el corazón no se manda.

L: Es que...

JOANA

Cris tomo la maleta y abrió la puerta para salir, en su cara se veía lo enojada que estaba, yo me estaba agobiando un poco, ya no quería seguir ahí.

J: Mejor me voy, tu quédate aquí, como dije es tu piso ahora. Te lo regalo.

L: No Joana no te vayas, espera.

Me salí de ahí junto con Cris. Tomamos un taxi y fuimos directo a su piso. No podía creer la actitud de Lu. Ahora no la reconocía, era una persona completamente diferente. Es como si Lu aquella chica gentil y sociable se hubiera ido y alguien más la hubiera sustituido. Eso me afectaba un poco, por el hecho de pensar de que tal vez yo fui la que detono esa parte de Lu que no conocía.

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Cuando llegamos al piso de Cris la verdad estaba muy bello, era pequeño pero muy lindo. Muy acogedor, me encantaba.

C: Bueno... bienvenida a tu nuevo hogar.

J: Pff oye lo tienes muy lindo eh.

C: Bueno gracias.

J: Oye y ¿estas segura de querer vivir conmigo? Apenas pues regresamos... bueno en realidad formalmente no somos novias.

C: jaja vale vale eso se arregla rápido. – Se aclaró la garganta y se puso de rodillas – Joana Bianchi, mi madame. Me encantaría tener el honor de que usted fuera mi novia. ¿Acepta usted esta propuesta? – Todo lo dijo muy tierno, sabía que quería hablar como la película que vimos hace tanto, la de las amistades peligrosas –

J: Pues claro que si mi condesa, eso me haría la persona más feliz en esta vida.

C: Bueno, ahora que oficialmente ya eres mi novia, te contesto a tu pregunta. Claro que quiero vivir contigo. Ya perdimos mucho tiempo amor, nunca debimos separarnos. Ya perdí mucho tiempo a tu lado y eso no va a volver a ocurrir. No pienso perder ni un minuto más. A parte de solo imaginar que lo primero que vea al despertar y lo último que vea al dormir sea a ti, me hace mucha ilusión.

J: A mi igual, te amo demasiado.

Me lance hacia ella, la tome de la cintura y la comencé a besar mucho, ella paso su brazos alrededor de mi cuello. El beso se estaba poniendo más y más intenso. Intente jalar más a cris hacia mí pero en el intento apachurre mucho mi brazo y eso me dolió mucho.

J: ahhh

C: ¿Qué pasa?

J: No nada, solo me lastime un poco la herida.

C: Venga, metete a la ducha y luego te hago la curación. Tienes que descansar.

J: Jo, pero estábamos en algo...

C: jajaja Joanaaaa, venga a bañar señorita. Ahora que vivimos juntas, vamos a tener muchas oportunidades, pero por ahora descansa ¿vale?

J: Vaaale, está bien.

Me metí a la ducha, me quite el vendaje y no me había dado cuenta de lo mal que lo tenía. Había hecho un desastre y seguro eso dejaría una gran cicatriz. Me duche lo más rápido posible y cuando salí me vestí rápido, no quería que Cris viera la cortada. Me daba vergüenza.

CRIS

Vi a Joana salir de la ducha y se vistió bastante rápido, se veía algo rara, algo estaba sucediendo en su cabeza.

C: Hey, venga ¿hacemos la curación?

J: No, mejor yo la hago, no te apures.

C: Yo te ayudo, no vas a poder sola. Te puedes lastimar.

J: Ya pero...

C: ¿Qué pasa?

J: Me da vergüenza que me veas así.

C: Joana, no, eso no puede ser. La vergüenza entre tú y yo ya no existe. Hemos pasado por tanto que ayudarte a curarte es lo menos que puedo hacer por ti. Te amo.

J: Pero...

C: Pero nada, de ahora en adelante estamos juntas. Lo vamos a superar juntas.

J: Gracias Cris. Te amo.

C: Venga, dame ese brazo que yo te curo.

Empecé a limpiar la herida de Joana, en algunas ocasiones le dolía, así que trataba de hacerlo lo más cuidadosamente posible. Cuando termine, le di un pequeño beso en la herida y ella me sonrió, sabía que eso la había calmado. Nos recostamos un poco en la cama y nos dimos mimos y besos hasta quedar completamente dormidas.