CRIS
*Llamada*
C: hola
C: ¿Joa?
C: ¿Paso algo?
C: ¿JOANA?
Joana no me contestaba, intente volverle a llamar pero el teléfono me mandaba a buzón. Estaba empezando a entrar en pánico. Se había escuchado el claxon de un automóvil muy cerca y un golpe. Me estaba imaginando lo peor en ese momento. Si algo le pasaba a Joana me moría. Como no cogía el teléfono decidí salir a buscarla. Seguramente no había ido muy lejos, había unas cuantas tiendas cerca de casa, no sabía a cuál había ido pero iba a buscar en cada una de ellas si era necesario.
Fui a una tienda y lo la vi, tampoco a sus alrededores, así que me fui a otra. La impotencia de no encontrar a Joana me estaba ganando. Mis ojos estaban llenos de lágrimas y la gente que pasaba a mi lado me veía raro. Seguramente me veía como una loca desesperada, pero no me importaba. Busque y busque y no encontré nada. No veía por ningún lado a Joana, seguí caminando y justo en una calle se escuchaba mucho ruido. Era una multitud de gente que estaba viendo algo. Había una ambulancia me quede helada, del simple hecho de pensar que ahí podía estar Joana. En eso escucho a alguien gritar, pelearse con otra persona. No era cualquier persona era Joana la que gritaba, la gente solo se le quedaba viendo mientras los servicios de emergencia trataban de ayudarla, pero ella no se dejaba. Un alivio enorme me lleno, el saber que Joana estaba a salvo. Me acerque corriendo a ella.
JOANA
*MINUTOS ANTES*
Cuando vi que esa luz, el sonido del claxon y de los frenos, acercaban a mí, entre en shock y no me pude mover. Entonces, sentí el golpe, el auto me empujo y caí sobre la acera. Había logrado frenar algo así que no me pego muy duro, pero si lo suficiente para que me golpeara la cabeza y me lastimara la pierna. Mi vista estaba peor, ya no veía nada, solo sombras. Estaba entrando en pánico, un ataque de ansiedad se estaba apoderando de mí. Escuche a gente hablar a mi lado y a unas cuantas tratando de ayudarme. Me dolía la cabeza y la pierna derecha, sentía algo líquido correr por mi cara. Alguien se acercó a mí y me toco el hombro yo me sobresalte, no podía ver quien era, no quería que nadie me tocara, no sabía dónde estaba, aunque estaba rodeada de gente me sentía sola.
X: ¿Señorita está usted bien?
J: no me toque
X: Señorita...
J: Aléjese, déjeme.
X: Llamare a los servicios de emergencia.
Escuche vagamente como hablaba aquel señor por teléfono. Pero no podía moverme estaba en shock, me quede quieta ante aquel mundo de sombras. A lo lejos escuche unas sirenas que se acercaban a donde estaba, después de unos minutos escuchaba la voz de otra persona, seguro eran los servicios de emergencia. Seguía muy asustada, no quería estar ahí.
S: Señorita, mi nombre es Sebastián, la voy a ayudar.
J: No me toque
S: Tiene una herida en la cabeza, tengo que revisarla.
J: Que no me toque, suélteme, TODOS LARGUENSE DE AQUÍ, NO ME TOQUEN.
Comencé a llorar de la impotencia y a soltar golpes por todos lados, en eso, escucho algo que hace que todo se vaya, que toda esa impotencia se vaya, fue como un relajante, como si de la nada todo fuera mejor. Escuche la voz de Cris.
CRIS
C: JOANA
S: Señorita no se acerque, puede ser peligrosa.
C: Ella no es peligrosa – Me puse a un lado de Joana -
C: Amor, hey estoy aquí
J: ¿Cris?
C: Si
J: Cris... no veo nada. No sé qué pasa.
S: Señorita, le aplicare un sedante, hay que llevarla al hospital. – se dirigió a mí –
C: Amor, te van a aplicar un sedante, solo para que te relajes. Todo va a estar bien. Te amo. Te van a ayudar.
J: No no, te quiero a mi lado, no quero que te vayas, si me sedan no poder sentirte.
C: Aquí voy a estar, te amo.
J: Okay
El paramédico sedo a Joana y fuimos al hospital, la atendieron bastante rápido, no tardaron mucho en darme informes de ella. El medico se acercó a mí y me dijo que Joana tenía la pierna rota, pero que no necesitaría operación y que tenía un golpe en la cabeza pero nada grabe. Le conté al médico que me dijo que no veía y dijo que podrían ser las pastillas nuevas, que era una ceguera temporal, que seguramente su vista regresaría en unas horas. Llame a su madre y le dije todo. No paso mucho tiempo para que me dejaran verla. Abrí la puerta y ahí estaba, recostada y con la pierna enyesada. Ya estaba despierta.
J: ¿Cris?
C: Hola, amor ¿Cómo te sientes?
J: Pues ahora bien
C: Me diste un susto enorme. ¿Por qué no me dijiste lo de tu vista?
J: No quería preocuparte y cuando llame, pues fue demasiado tarde, ya no veía más que sombras. Ahora ya empiezo a ver mejor pero... ahh perdón no dejo de cagarla.
C: No hay por qué pedir perdón, pero no más secretos. Quedamos en contarnos todo y todo es todo.
J: Okay, lo prometo.
C: Lo bueno es que estas bien. No sé qué hubiera hecho si te pasaba algo.
Me recosté a un lado de Joana, nos quedamos abrasadas por un buen rato, puse mi cabeza sobre su pecho y escuchar su corazón latir y sentir como su pecho subía y bajaba debido a su respiración me tranquilizaba demasiado. Después de un rato, su madre y padre llegaron. Salí por un café para dejarlos hablar tranquilos.
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A los 3 días dieron de alta a Joana, decidieron que era mejor que terminara de adaptarse a su medicación ahí. Así que básicamente cuando salió ya su cuerpo estaba aceptando bien las pastillas y ya no sufría los efectos secundarios. Me la lleve a casa y tuvo que estar en reposo por lo de su pierna, tendrá que estar unos meses con la pierna enyesada y usando muletas, pero quitando eso, habíamos vuelto a la normalidad.
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Todo fluye mejor
General FictionContinuación de historia de "Todo fluye" antes de leer esta historia, primero hay que leer... - Todo fluye - Todo fluye -JOANA- - Todo fluye -CRIS- Espero les guste este universo Croana.