Capítulo 47

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Mikhail y Sasha llegaron al aeropuerto, fueron directo al hangar, dos de sus hombres cuidaban la puerta que iba hacia un pequeño sótano.

Los hombres que habían golpeado a Tao estaban esposados a un tubo.

— ¿Que mierdas les pasa? ¿Por qué golpearon a ese chico? — Dijo Mikhail en ruso.

— Jefe, nosotros pensábamos que era algún tipo de trampa, no dejaba de gritar en chino e inglés.

— Ese chico no mide ni 1.60, su peso debe de rondar los 55 kilos y es Omega ¿Que creen que hubiera hecho?

— Sólo cuidamos de usted.

— Ese chico es hijo de Liu Fei Long, jefe de Baishe.

— Los rumores dicen que ustedes terminaron, por eso pensamos que era una trampa.

— No importa, yo nunca di la orden de matar a ningún asiatico, nunca se le debe de golpear a un Omega, en este maldito momento Tao está en un maldito hospital ¿Saben qué pasará si llega a morir?

— Jefe...

Mikhail estaba muy enojado, se giró, metió su mano bajo la chaqueta de Sasha y tomó una de las armas del rubio, sin dudar les disparó en varias ocasiones. — ¿Quien puso a estos idiotas aquí? — Le preguntó a Sasha.

— No lo se, yo no llevo el itinerario del aeropuerto.

— Mandan guardias estúpidos que no saben otro idioma, tenemos que revisar eso. — El celular del rubio sonó, era Pavel. — ¿Que pasa?

— Tuve que firmar una hoja para que pasaran a quirófano al chico, el médico dice que tiene una hemorragia en el estómago y tenían que detenerla lo antes posible.

— Ok, gracias Pavel, ya vamos de regreso.

— ¿Por qué está Pavel contigo? — Preguntó Sasha.

— No se, no se ha querido ir, la pregunta aquí es ¿Qué diablos hacía Tao aquí?

— No lo se, yo no he hablado con él, pero lo primero que hizo al verme, fue preguntar por ti, no quería que le pusiera el sedante.

— ¿Por mi?

— Si.

[...]

Llegaron al hospital y fueron guiados a la sala de espera de quirófano, en ese lugar estaba Pavel sentado con la cabeza recargada en la pared, tenía los ojos cerrados.

— Pavel. — Dijo en voz baja Mikhail mientras le tocaba la mejilla.

— Lo siento, sólo estaba descansando un poco.

— ¿Qué te dijeron?

— Sólo lo de la hemorragia, no han salido a dar informes.

— Deberías de ir a descansar, ya me ayudaste mucho.

— No, no estoy tan cansado.

— Ok. — El rubio fue hacia Sasha. — ¿Le llamaré a Fei? Me va a matar cuando se entere.

— Creo que será mejor esperar y ver como sale Tao de la operación.

— Tienes razón. — Mikhail fue hacia Pavel y se sentó a un lado de él, a los pocos minutos, el chico estaba recargado en el hombro del rubio.

~°~

Kirishima alcanzó a Satoru. — Sube.

— ¿Qué haces aquí?

— El jefe me dijo que me fuera.

— Debiste quedarte.

— No puedo desobedecer.

El Misterio de su AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora