Capítulo 9

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Asami sacó una esponja nueva y un jabón de un mueble. — Te ayudare a bañarte.

— Sólo necesitaba ayuda con los parches.

— No puedes tallar tu espalda, si usas el cepillo te vas a abrir los puntos, siéntate, yo lo haré.

El rubio se sentó en un banquito y Asami en la orilla de la tina, reguló el agua y poco a poco fue mojando la espalda del menor, el agua que caía al suelo fue pintándose con la sangre.— Akihito.

— Dime.

— Si decides quedarte, necesito saber todo de ti.

— ¿Que quieres saber?

— Cosas importantes como lo del mocoso ¿Sabes algo de su padre?

— Ya te dije que no he visto a su padre desde que supe que estaba embarazado.

— ¿Es un viejo?

— No, él tenía 22 cuando entró a trabajar al colegio.

— Eso es muy joven para ser profesor.

— El estaba por recibirse, pero necesitaba hacer servicio social.

— ¿Como se llama?

— ¿Es necesario?

— En este momento están regando el rumor de que eres mi pareja y ese niño es mi hijo, así que necesito saber todo. — El mayor pasaba con delicadeza la esponja por los lugares que no estaban heridos.

— Tanaka Nao. Asami…

— Dime.

Akihito se dió la vuelta. — Dime la verdad.

— ¿De qué hablas?

— ¿Por qué haces esto? ¿En serio no te importo y lo haces por gusto? Dices una cosa y tus acciones dicen otra.

El mayor se quitó el jabón de las manos y acarició la mejilla de Akihito. — ¿Tú que crees?

— Dímelo, necesito escucharlo.

— Eres muy codicioso. — El mayor se inclinó un poco más para alcanzar los labios del rubio. Akihito deseaba ese beso, así que dejó al mayor seguir. Los labios de ambos se juntaron, primero fueron besos pequeños, pero Asami sí era codicioso, quería más, levantó a Akihito para que ambos estuvieran de pie, lo tomó de la cintura y lo pegó a su cuerpo sin dejar de besarlo, pero los besos eran más húmedos, más salvajes. El menor rodeó el cuello de Asami con sus brazos.

— Asami. — Murmuró Akihito en los labios del mayor.

El baño se estaba llenando de feromonas de ambos. Las manos de Asami no se pudieron quedar quietas, fueron bajando por la cintura hasta los glúteos del menor.— Akihito...

— ¡Papá! — Se escuchó la voz de Akira.

De inmediato Akihito se separó del mayor. — Ya despertó.

Asami inhaló profundo. — Yo iré, tú termina de bañarte.

— Gracias y lo siento.

Asami tomó una toalla y se secó. Salió del baño y fue a la habitación donde estaba el menor. — ¿Que?

— ¿Dónde está mi papá?

— Se está dando un baño.

— No escucho la regadera.

— Por que esta en mi baño.

— ¿Por qué estás mojado?

— Por que ayudaba a tu padre a limpiar sus heridas, no era necesario gritar, arruinaste un gran momento.

El Misterio de su AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora