El Misterio de su Aroma

Capítulo 3

Asami regresó a la oficina, estaba molesto, Akihito lo había rechazado después de haberlo aceptado. — Piensa que puede decir si y despues no, que ésto es un maldito juego.

— ¿De que habla jefe? — Preguntó kirishima.

— ¿En qué momento entraste?

— Hace un minuto, usted está tan metido en su conversación personal, que no me hizo caso ¿Se encuentra bien?

— ¿No me veo bien?

— Si, pero sale sin avisar, tenía una reunión hace media hora y la tuve que pasar para mañana, ahora lo encuentro hablando solo.

— Me rechazó, le di un cheque con una gran suma y me lo regresó.

— ¿De quien habla? Es acaso ¿El chico que investigue?

— Dijo que tenía que ser un buen ejemplo y mas mierdas.

— No pensé que esa investigación fuera personal.

— Lo conocí hace dos días en el club, no me costó ni 10 minutos convencerlo para ir a un hotel y ahora me sale con esa mierda.

— Jefe habla de un chico con familia, es normal que se comporte así.

— Le ofrecí dinero para su mocoso.

— Tal vez él busque algo más.

— Dijo que podíamos salir, pero ya no estoy en edad de jugar a los enamorados y ambos sabemos que en este mundo no hay espacio para tener una vida privada o alguien podría usarla y hacerte daño.

— Usted nació en este mundo.

— Si, vi morir a mi madre por un ajuste de cuentas y a mi padre lo veo deteriorarse en ese hospital cada día.

— Entonces deje de hacer corajes y olvidé a ese chico, usted puede conseguir a quien sea y hasta uno diferente cada noche.

— No pude conseguirlo a él.

— ¿Entonces es un capricho? Le dió en el orgullo de Alfa.

— No, pero fue el mejor sexo que he tenido.

— Usted lo dijo, ya no es un jovencito, tome una decisión y acepte que fue rechazado, la vida sigue y su trabajo también. Aquí le dejó la papelería de la junta que se pospuso para mañana. — Kirishima se dió la vuelta para salir, pero Asami lo detuvo.

— ¿Tu que harias en mi lugar?

— Ganarme al hijo. — Dijo antes de salir.

— Pero me dijo que me alejara del mocoso. — Murmuró molesto el mayor.

~°~

Akihito llegó a su trabajo, recibió una gran cantidad de paquetes y estaba registrandolos cuando su jefe entró a la oficina.

— Takaba.

— Dígame.

— Hoy llegó un sobre muy importante ¿Donde está la lista de paquetes?

— Aquí la tengo. — El menor estiró la mano y le entregó la hoja al mayor.

Su jefe revisó la lista hasta encontrar dicho paquete. — Si llegó, es este, damelo.

El rubio revisó la lista y buscó entre toda la correspondencia, pero el paquete no aparecía. — No está.

— Pero aquí esta tu firma, dice que si lo recibiste.

— Ya lo se, pero no lo encuentro.

— Mas te vale encontrarlo Takaba.

— Lo estoy buscando. — Akihito revolvió toda la oficina, movió todos los paquetes, pero no aparecía.