Capítulo 50

1.6K 217 34
                                    

Era de madrugada en Rusia. Sasha y Mikhail estaban en el pasillo de cuidados intensivos. Mientras Sasha miraba a través de un ventanal a Tao, Mikhail estaba casi dormido en una silla, pero su sueño fue interrumpido por su celular.

— ¿Qué diablos quieren? Son las 5 am.

— Jefe, el avión privado de Feilong está pidiendo permiso para aterrizar.

— ¿Y que esperan? Dejenlo, voy para allá ahora mismo. — El rubio terminó la llamada y se levantó. — Fei está aquí, quédate por si dan alguna noticia, iré al aeropuerto. — Sasha sólo asintió con la cabeza.

El rubio salió a toda prisa, afortunadamente el aeropuerto estaba cerca del hospital, a lo mucho tardó 15 minutos en llegar. Corrió por los pasillos hasta llegar a la pista de aterrizaje privada. Aún no bajaba nadie, el primero en salir fue Ming, eso extrañó a Mikhail ¿Que hacía el cocinero en el avión? Después salió Fei, Ming lo tomó de la cintura para ayudarlo a bajar, pero el chino se dió cuenta de la presencia de Mikhail, se soltó del agarre de Ming y bajó a tropezones. El rubio se acercó al ver aquello.

— Cuidado, te vas a caer ¿Estas ebrio?

Fei tomó a Mikhail de la camisa. — ¿Por qué te fuiste? — Fue lo único que alcanzó a decir antes de desmayarse.

Mikhail lo tomó en brazos y pudo notar la pérdida de peso de Fei. — ¿Qué diablos pasó? — Preguntó a Ming, pero no lo dejó contestar. — Vamos al hospital.

[...]

Al llegar al hospital, Fei fue atendido por un médico, lo pusieron en una habitación privada, le limpiaron la muñeca y lo canalizaron con suero.

— ¿Qué tiene? Doctor.

— Está deshidratado, desnutrido, al parecer no ha dormido, por eso perdió el conocimiento.

— Mikhail, ya vine. — Dijo Pavel.

— ¿No deberías estar durmiendo? Es de madrugada.

— Salí de trabajar y pensé en venir a ver cómo estaba el chico.

— No debiste venir. — Mikhail no estaba de humor para regañar a Pavel. — Olvídalo, entra en esa habitación, en un momento voy.

El menor entro en la habitación, en ese lugar estaba Ming y Fei, Fei estaba aún inconsciente. — Hola. — Saludo a Ming, pero este no le contestó ya que no entendía el ruso. Pavel al ver que el chino no dijo nada, se giró y fue hacia Fei. — Que hermoso tipo. — Dijo mientras tocaba el cabello de Fei.

— ¿Qué haces Pavel? — Pregunto Mikhail al entrar.

— ¿Quién es él?

— Mi ex, Feilong.

— Es muy apuesto.

— Lo sé.

— ¿Qué le pasó?

— Eso quiero saber. — Mikhail caminó hacia Ming. — Dime que paso.

— Yoh se volvió loco, no dejaba salir a Feilong para nada, lo mantuvo encerrado todo este tiempo, el amo dejó de comer y apenas hace unas horas yo le ayude.

— ¿Por qué se dejó encerrar Feilong?

— Se puso muy mal cuando usted se fue, quería venir a buscarlo, mandó a Tao ¿Dónde está Tao?

— ¿Qué le hicieron a Yoh?

— Nada, él no sabe que estamos aquí.

— ¿Él está al mando de la organización?

— Si.

— ¿Qué mierda pasa por la mente de Feilong?

— Usted, usted es esa mierda que pasa por su mente, lo dejó cuando más lo necesitaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Misterio de su AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora