Capítulo 18

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Riku salió temprano de su casa y fue a la de su padre. Al llegar todos lo miraban, estaban sorprendidos de que el hijo Omega regresara y más con un pequeño en brazos.

— ¿Que ven?

— Nada joven Riku. — Contestó uno de los empleados.

— ¿Dónde está mi padre?

— En su recámara.

— ¿Y mi madre?

— Tu madre está en la cocina, donde es su lugar. — Contestó un hombre que miraba con desprecio al menor.

— Señor esposo de mi padre, veo que su forma de ser no cambia.

— ¿Que haces aquí? Nadie te mandó a llamar.

— Supe lo que hizo el idiota de su hijo y desencadenó una guerra.

— Mi hijo sólo hacía su trabajo, al menos el no nos traicionó como tú.

— Yo no traicione a nadie. No entiendo tu postura al defender todo este maldito negocio, oh espera, sí lo entiendo, tú fuiste uno de los tantos Omegas que han sido exportados, tu familia te vendió y tuviste suerte de que mi padre se fijara en ti, si eso no hubiera pasado, tal vez estarías en algún burdel o siendo esclavo sexual de alguien ¿Cómo puedes desear algo así para alguien más?

— No es mi culpa que los demás no tengan tanta suerte. Yo también puedo decir lo mismo de tu madre, una simple Beta, empleada doméstica, seduce al jefe y tiene un pequeño bastardo que arruina el linaje de la familia.

— ¿Linaje? El que todos sean Alfa no les da linaje, tus hijos son tan corrientes que se ponen calientes al sentir mi olor sin estar en celo, un alfa de linaje se controla, no se ve afectado por el simple aroma corporal, ni siquiera son dominantes.

— ¡Riku! — Gritó la madre del menor. — Lo siento mucho joven, mi hijo es un insolente.

— Más vale que lo eduques mejor, mi esposo ya no está en condiciones de dar órdenes y tú serías la primera en salir despedida de esta casa.

— Y tú educa a tus violadores. Mi madre no necesita este trabajo, recuerda que yo tengo mi propio dinero. — Gritó el menor antes de que su madre lo jalara a la cocina.

— ¿Cuando regresaste? — La mujer lo abrazó. — ¿Y ese niño?

— Sorpresa, ya eres abuela.

— ¿Que? ¿Quien es el padre?

— Eso no importa, vine a ver a mi padre, quiero detener toda esta estúpida guerra.

— El esta mal hijo, no puede moverse ni hablar.

— Ya lo se mamá, pero ¿Entiende lo que le dicen?

— Si.

— Iré a verlo. — Riku se dirigió a la habitación principal y entró. En la habitación sólo había una enfermera y Fujita.

— ¿Quien eres tu?

— Hola, soy Riku, el hijo menor.

— Mucho gusto.

— ¿Como esta?

— Igual, su estado no cambiará, al menos que le retiren la bala, pero también es riesgoso.

— ¿Está despierto?

— Si, acercate.

Riku se acercó y pudo ver a su padre girando los ojos hacia él. — Hola papá, he vuelto. — Fujita de inmediato dirigió su mirada hacia el pequeño. — Él es tu nieto, y no es algo que importe mucho, pero es Alfa dominante. Papá se que fue difícil perder a mi hermano, pero debes de aceptar que fue su error, todos conocemos a Asami y nadie puede meterse con lo que es suyo, tienes que parar todo esto, por el bien de todos.

El Misterio de su AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora