Yoh entro a la habitación de Fei, este estaba sentado en la cama.
— No comiste.
— Te dije que no lo haría.
Yoh abrió la puerta y un hombre entró, traía un maletín. — Él es doctor, en este momento te va a entubar para alimentarte y te pondrá suero.
Fei se puso de pie y miró fijamente al médico. — ¿Alfa? — A pesar de estar débil, sus feromonas aún seguían siendo fuentes. El médico comenzó a ahogarse y rápidamente salió de la habitación. — Te dije que no lo permitiría.
— Mierda Fei ¿Estás loco?
Fei en un intento de salir, corrió hacia la puerta que estaba abierta, pero Yoh lo tomó del brazo y lo arrastró hasta la cama, en ese lugar lo esposó a la cabecera de la cama. — ¿Qué diablos haces?
— Buscaré un doctor Beta.
— ¡No puedes dejarme así!
Yoh tomó los platos y salió de la habitación, fue a la cocina y dejó los platos en la mesa.
— ¿Sigue sin comer? — Preguntó Ming.
— Acaba de correr al doctor, usó sus malditas feromonas.
— ¿Y si intento convencerlo yo? Está enojado contigo, tal vez yo si pueda.
— Ok, sirve comida y vamos.
El chico sirvió comida caliente en otro plato y siguió a Yoh hasta la habitación de Fei. Esta vez sólo entró Ming, Yoh se quedó fuera.
— Amo Feilong.
— Ming, tienes que ayudarme. — Susurró.
Ming se dio cuenta que la muñeca que tenía esposada estaba sangrando. — Se lastimó ¿Por que esta esposado?
— Yoh está loco, no me deja salir de aquí.
— Pero el dijo que usted estaba débil por la separación.
— Estoy afectado, pero Yoh no quiere que hable con nadie, menos con Mikhail ¿Tienes celular?
— Si. — El menor sacó su teléfono y lo desbloqueó. — No hay señal.
— ¿Lo ves? Bloqueo la señal de teléfono en esta habitación.
— ¿Eso es posible?
— Si, lo usamos cuando entregamos mercancía.
Ming limpiaba la muñeca de Fei con una toalla. — ¿Qué quiere que haga?
— Quítale la llave a Yoh y sácame de aquí.
— Lo haré, pero tiene que comer, así Yoh dejará de estar al pendiente de usted.
— Dame el plato, comeré ahora mismo.
Ming le acercó el plato y Fei comenzó a comer. A los pocos minutos Ming salió con el plato vacío. — Aquí tienes.
— Gracias. — Dijo Yoh un poco aliviado.
Ambos bajaron, Yoh atendida una llamada. — Tendré que salir unas horas Ming.
— Ok. — El menor había visto donde se había guardado la llave. Sin más lo abrazó. — Deberías descansar un poco.
Yoh tomó a Ming del cabello y lo alejó. — Damela.
— ¿Que?
— Eres muy malo en esto, sentí tu mano entrar a mi bolsillo
— Sólo la quiero para ir a ver al amo Feilong.
— Lo verás cuando yo regrese, no hagas nada estúpido Ming o la organización se hara cargo de ti.
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El Misterio de su Aroma
FanfictionAsami Ryuichi un empresario Alfa de 35 años, un felino de raza grande (Puma) vivía aburrido de su vida normal, de su rutina. Una noche trabajando como de costumbre, conoció a un felino en uno de sus club's, pensaba que sòlo seria cosa de una noche...