Capítulo 24

2.4K 266 47
                                    

Después de hablar con Asami, Akira subió a la habitación de Akihito.

— Hola cariño ¿Dónde estabas?

— En la cocina.

— ¿Por qué no me dijiste que ya te habías levantado?

— Es que los escuche hablando y no quise volver a interrumpirlos.

— No nos interrumpes cariño.

— Mamá.

— Dime.

— Yo te mentí.

— ¿Cuando?

— Sobre la cortada en mi mano y papá lo sabe.

— ¿Alguien te lastimó?

— No. El señor Kirishima me prestó su navaja, pero yo fui descuidado y me corte, no quería darle problemas, él dijo que papá lo mataría, por eso mentí.

— Akira, Asami no mataría a alguien por que te hiciste una pequeña cortada, sólo fue una frase para decir que lo iban a regañar o llamar la atención.

— Papá dijo que el señor Kirishima iba a ser mi custodio, que me llevaría al colegio y cuidaría de mí, pero creo que al señor Kirishima no le caigo bien.

— Todos estos hombres están acostumbrados a tratar con adultos, no con niños, sólo es cuestión de que se acostumbre.

El pequeño se recostó en las piernas de Akihito. — ¿Eres feliz mamá?

— Si, Asami es tan atento, no es el mismo que conocí.

— Me alegro mucho mamá.

— ¿Joven Akihito? — Era Anderson tocando la puerta.

— Adelante.

El enorme rubio entró. — El médico ya llegó.

— Tráelo aquí por favor.

— Como ordene.

— ¿Te sientes mal mamá?

— No cariño, el médico viene a verte a ti.

— ¿A mi? Yo no me siento mal ¿Es por mi mano? Sólo fue un pequeño corte.

— No amor, hablaremos sobre el celo.

El médico entró con una maleta. — Buenas tardes ¿Cómo te has sentido Akihito?

— Un poco ansioso, más cuando está Asami conmigo, pero mi celo no se manifiesta.

— Eso es normal en una persona que estuvo durante tantos años tomando supresores sin descanso, pero ya veras que tu celo llegará. Ahora a lo qué vine, me dijo Asami que quería que revisara a su hijo, le imagino que es él. Hola pequeño ¿Cómo te llamas?

— Akira.

— ¿Edad? — El doctor comenzó a anotar los datos en su celular.

— Díez.

— ¿Ya cumplidos?

— Si, en dos meses cumplo once.

— Ok. — Sacó de la maleta una pequeña báscula y la puso en el suelo. — Sube en ella por favor. El pequeño subió y el mayor anotó el peso. — Estás bajo de peso ¿Qué raza eres?

Akira miró a Akihito con duda, ya que Akihito le había dicho que nunca dijera a nadie su raza. — ¿Mamá?

— Es un gato Calico.

— Ya veo, es extraña esa raza en Omegas. Akira ¿Sabes lo que es el celo?

Akira bajó la cabeza. — Lo busque en internet el día que me regalaron la laptop.

El Misterio de su AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora