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Noah frunció el ceño ante el lugar vacío de su pareja en la mesa.

—La señorita tuvo que retirarse primero— le anunciaron.

—Ah— espetó, aún dormida— De todas formas, ¿no se va siempre temprano?

—¿Puede... que si?— respondió la usual servidora, que Noah prefería considerar amiga, ante su pregunta. Negó con la cabeza— De cualquier manera, dejó ésto para usted.

Noah frunció el ceño y luego alzó las cejas al enfocar correctamente la pequeña caja que había en la mano de la joven secretaria de la ojiverde.

—Ah... ¿qué día es hoy? Estoy segura de que no es mi cumpleaños— parpadeó tomándolo— Y puedes tutearme cuando estemos solas, o sin ninguna figura de autoridad, lo sabes.

La chica se crispó nerviosamente.

Noah abrió la cajita después de sorber su té.

Y tuvo que esforzarse para no ahogarse y morir en el proceso.

—Buenos días, ¿Te casas conmigo?

Noah se aclaró la garganta, al casi haberse ahogado. Parpadeó dos veces, luego miró directamente a su asistente.

—Me pareció oír que...— unas manos se posaron suavemente sobre el respaldo de su silla, alarmando a Noah y obligandola a ver hacia atrás— Oh.

—¿"Oh"?— Inquirió Kirari, esperando algo especial.

—Ah, si. Lo olvidé— se aclaró la garganta y posicionó la pequeña cajita frente a su novia— ¿Cómo que "hola, buenos días, cásate conmigo"?

—Eso dije— afirmó Kirari— Y no oí que respondieras nada, tú me debes a mí una respuesta.

Noah pensó que, de hecho, tenía razón.

—Ah... pues, primero que nada: buenos días. Segundo: si, claro— la joven trabajadora que había ayudado a complotar contra Noah, no pudo evitar reír ligeramente entre dientes— Pero no estoy terminando de entender tu contexto.

—Te pido que seas mi esposa— afirmó con seguridad.

—Es un miércoles, por la mañana, no estoy segura de en qué planeta estoy y estoy tomando té.

—Y ahora eres mi prometida— asintió antes de besarle la frente y dejarla continuar, si es que tenía algo para decir.

—Ah, claro— Noah abrió los ojos con sorpresa, como si no terminara de entender la situación— Vaya, estoy prometida.

—Conmigo.

—¿Te casas conmigo?— preguntó fugazmente Noah, como si nada hubiera pasado.

Kirari sonrió muy ligeramente, mientras que la otra presente se resignaba a entender cómo Kirari Momobami podía ser tan estricta con tanta gente, pero precisamente con Noah, no mucho.

—Si, vamos a casarnos, Noah.

—Excelente— festejó con una sonrisa de oreja a oreja— Y, ya que estás aquí, ¿me acompañas a terminar el desayuno?

—Está bien.

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PERDÓN YO SÓLO QUERÍA ACTUALIZAR ÉSTO Y FUE LO PRIMERO QUE SE ME VINO A LA CABEZA CUANDO ME PUSE A ESCRIBIR JANXKAKDKS

MEPERDONAN¿

˗ˏˋChessˎˊ˗   [Kirari Momobami X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora