˗ˏˋChessˎˊ˗ [Kirari Momobami X Oc]

Prólogo

Una academia donde todo, absolutamente todo, funciona con apuestas, ¿te la crees?

Si a mí me lo dijeses de primera, no contarías con mi fé.

Una academia para gente adinerada, donde incluso puedes dibujar una pirámide con las castas sociales según tu habilidad de apuestas, eso es lo que es.

El consejo estudiantil, donde todos tienen básicamente todo en la palma de la mano, es liderado por una mujer cuya habilidad en el azar es impresionante, ella es Kirari Momobami.

—¿En qué piensa?— Interrogó una joven al ver un poco incómoda a la mujer que llevaba la cabeza del consejo estudiantil— Puede comentarlo si algo la inquieta, presidenta.

—Oh, no es nada...— respondió con invisible gracia en su voz— Tengo algo en mente, ¿sabes?

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Ésto nos lleva a una escuela secundaria mediocre, cuyos alumnos son como cualquier otro, excepto ése pequeño grupo, el grupo 1-C. Ese grupo donde el entretenimiento del aula, el cual era ver jugar a los cinco, era clandestino.

—¡Ryu, es tu turno!— comentó una niña con una emoción evidente en su voz, el chico antes nombrado arrojó una carta al montoncito que se había juntado por las constantes jugadas.

—¡Noah, mezcla las cartas!— dijeron dos chicos a la vez, la chica ya había ganado hacía unos minutos, ahora estaba en una posición de dealer, podemos decir. La chica tomó las cartas y dejó en el centro la última carta que concluía el mazo, comenzó a mezclarlas con velocidad en sus manos, como una máquina. Ella ya había disfrutado de la mitad de su soda de naranja, el primer premio, ahora quedaba el segundo premio, un paquete de las galletas más caras del comedor.

—Yuu, corta el mazo— dijo entregando el mazo al chico que estaba a su derecha, él tomó la acción de dividir el mazo rápidamente y concentrarse en sus cartas— Gracias.

—¡Ahí viene!— gritó en un susurro una alumna, haciendo referencia a que pronto llegaría un profesor— Noah, dame dos cartas— dijo apresuradamente Ryu haciendo aparente caso omiso a la alumna, Noah entregó dos cartas al chico, mirando fijamente la puerta.

La puerta sonó y, como por arte de magia, los cinco que jugaban a las cartas acomodaron sus sillas correctamente y escondieron sus cartas, Noah simplemente dejó la baraja en su mesa, tapándola con un brazo perpendicular al otro, el cual sostenía su cabeza como si se fuera a caer.

—Alumnos, me han llegado ciertos... "Anuncios", rumores, como gusten llamarlos.. otra vez— los cinco se estremecieron, no podían volver a vivir lo de la primera vez— Normalmente los enviaría con el director, y de hecho, eso haré.

—Seré directo. Si bien han sido responsable de disturbios antes, ustedes cinco jugarán con ésta señorita, quien gane tiene el derecho de ir a la academia Hyakkaou—los cinco se miraron desentendidos— El juego es ésta misma tarde y pueden retirarse cuando gusten. En caso de ganar, todo correría por cuenta de la escuela.

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