Ahijado (Hinny).

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- ¿Listo? - preguntó Ginny tiernamente al ver la cara de emoción en Harry. Se encontraban enfrente de la casa de Andrómeda. Era poco más de las seis de la tarde, la lluvia seguía imponente, pero por alguna razón esta no les importaba. Imponía mucho más la sensación de nerviosismo y euforia por ver a aquel pequeño bebito que tenían de ahijado. Llevaban consigo varios juguetes nuevos que a Ginny le habían parecido adorables, además de mantitas y ropita en tonos suaves y estampados coloridos.

-Por supuesto- él mismo se avergonzaba por estar tan emocionado. ¡Pero que va! Se trataba de su ahijado, a quien quería hacer el niño más feliz del mundo. Se negaba a que sintiera la misma carencia de afecto que el de pequeño.

Tocaron la puerta y esperaron tranquilamente a que les abrieran. Andromeda Tonks tardó en responder, mostrando un aspecto cansado pero sonriente. Todavía vestía de luto, llevando un sencillo vestido negro que pese a ser apropiado, dejaba en evidencia le hecho de que trataban con alguien muy joven como para ser abuela. El cabello negro característico de su familia se encontraba peinado en un muy alborotado intento de recogido, no había maquillaje que cubriese sus ojeras y sus zapatos bajos no combinaban con aquel fino vestido. Se veía que aquella mujer no había tenido ni tiempo de arreglarse, pero daba igual, pues lucía la más amplia de las sonrisas mientras les invitaba a pasar atolondradamente.

- ¡Harry, Ginny, que alegría me da verlos! Lamento si los hice esperar, pero estaba por preparar el biberón para Teddy. ¡Es un amor, apenas se nota que está en casa! Y eso es justo lo que me ha ocasionado el problema: yo distraída y él que no me avisa cuando desea algo, me he desvelado por miedo a saltarme una comida. Casi agradezco que yo haya amanecido más inquieto hoy, al menos así me quita ese peso de encima. Supongo que será la lluvia, pues esta sería la primera vez que ve relámpagos...

-Buenas tardes, señora Tonks. Gracias nuevamente por dejarnos venir. Trajimos algunos regalos para Teddy...no tenemos mucha idea de bebes, pero pensamos que lo que no pueda usar ahora lo podría usar cuando esté algo más grande. La última vez que le vi era muy pequeño, y creo que lo que trajimos le podría quedar grande...-comentó Harry recordando el momento en que Remus y Tonks le habían presentado al pequeño de apenas días de nacido. Recordó el infinito amor que los dos parecían sentir por aquella pequeña personita que tan solo podía mirarlos con sus enormes ojos dorados. Menos de una semana con ellos y ya lo amaban. Ese niño había nacido amado y no iba permitir que por capricho del destino perdiese eso. Él había querido a sus padres y por ende le quería a él. Bastó con ver la mirada Ginny hacia una de las fotos de la pareja con el bebe como para saber que ella estaba pensado lo mismo.

La pelirroja se limpió de inmediato aquella lágrima traicionera con miedo a que Meda lo notase. Debía aprender a controlarlo, después de todo, algún día Teddy crecería y preguntaría por aquella pelirrosa y castaño de ojos dorados que le cargaban en fotos. Ella debía ser fuerte, capaz de hablar de ellos de la manera correcta para transmitirle todo el amor que le fuera posible. Él debía verlos como personas buenas, personas que lo seguían amando desde la distancia. Y de ello dependía el como le hablasen sobre sus padres...

-Era pequeño, ¿verdad? No puedo evitar pensar que ya ha crecido un poco desde entonces, ¡y eso que no ha pasado prácticamente nada de tiempo! No tiene ni idea lo agradecida que me siento porque vengan. Es raro que dos personas tan jóvenes deseen ver a un bebé y cuidar de él. Pero bueno, cosas más raras han ocurrido antes. Supongo que Teddy es un niño afortunado, tan pequeño y ya le regalan cosas... ¡En que estoy pensando! Ustedes vinieron a verlo a él, no a mí. Lo recosté mientras tanto, iba a subirle el biberón...- en ese momento se dio cuenta de que lo traía consigo. Ella juraba que estaba en la cocina. Como odiaba lo fácil que era perder el hilo de las cosas para ella-. En fin, ¿podrían dárselo en lo que terminó de hacer algunas cosas? Casi se me olvidaba lo complicado que era un bebe tan pequeño, por mucho que él me ayude no llorando a cada rato...

One-shots de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora