- ¿Por qué no para de llorar? - balbuceó a duras penas un pequeño Sirius Black, mientras sus primas contemplaban a su nuevo primito, quien recién había cumplido la semana de nacido.
Era costumbre organizar una celebración para celebrar el nacimiento de un noble, siendo en esa ocasión la ceremonia en honor al joven Regulus Arcturus Black, benjamín de una de las familias más prestigiosas no sólo entre la aristocracia, sino en la historia: los Black, cuyos orígenes remontan a los de la magia misma. Su joven hermano, Sirius Orión Black, primogénito y heredero, no había dejado de corretear y desordenar todo en el salón, motivo por el cual había sido mandado a donde yacía la cuna del pequeño Regulus, siendo vigilado por sus primas, quienes les superaban por mucho en edad y prudencia.
-Todavía es pequeño como para hablar, Sirius, y ese es el único modo que tiene para comunicarse. Tranquilo, Reg, estoy segura de que tía Walburga subirá pronto a darte de comer...-Andrómeda, de tan solo ocho años, consolaba al pequeño Regulus meciendo suavemente su camita en un intento de arrullarlo.
-Ven, Sirius, deja que Andy haga aquello. Vamos a acomodarte el cabello antes de que mi tía te vea, ¿está bien? - de mala gana, pero Sirius accedió a la petición de Narcissa sin rechistar, pues prefería ceder ante la dulce de Cissy que ante Bella, quien parecía impacientarse al ver que el llanto no cesaba, mientras buscaba algo en los cajones.
-Mamá no suele alimentar a Reg, Andy- dijo el pequeño Sirius confundido, mientras trataba de no quejarse por los tirones que Narcissa accidentalmente realizaba al tratar de cepillarle rápidamente. La pobre solo tenía seis, tampoco es que fuera una experta.
-... ¡Por supuesto que no lo hace! La escuché decir que arruinaría sus pechos, que para eso estaban las nodrizas y los elfos-exclamó Bellatrix como si aquello fuese evidente-. No que yo tenga mucha idea, pero si los elfos lo alimentan es que debe de haber leche para los biberones... ¡Aquí están! Ya está tibia, asique...Supongo que lo haré yo...- eso último lo dijo con algo de resignación, después de todo, ella con sus diez años era la mayor en la sala, y seguramente la única capaz de tomar un bebé en brazos. Aun así Andrómeda la miró dudosa.
-Ten cuidado, Bella. Recuerda que Reg es un bebé, no una muñeca...
-Tranquila, Andy, sé lo que hago... ¡Merlin! De saber que nos pondrían de niñeras ni nos hubiéramos puesto estos estúpidos vestidos- la más pequeña de las dos asintió y se dirigió a ayudar a la pequeña rubia, que seguía intentando arreglar a su primo, quien además de despeinado se encontraba con la ropa desarreglada. Si sus tíos lo veían se enfurecerían, y sus padres las zurrarían llegando a casa por no haber cumplido bien con las órdenes que les habían dado. Ya tenían bastantes moretones como para ganarse otros de forma tan tonta. Bellatrix se colocó una pequeña toalla en el hombro de una vez, antes de tomar cuidadosamente a su primo para proceder a alimentarlo. Él pequeño bebió con avidez hasta saciarse, y Bella procedió a hacerlo eructar como había visto que se tenía que hacer tras alimentar a un bebé, apenas rozando su delicado torso. Sonrió sin poder contenerse al verlo tan tranquilo y bonito, antes de devolverlo a su cuna, acomodándolo entre las frazadas.
- ¡Ya está! ¡Pero qué bonitos primos tenemos! ¿Verdad, Andy? - la azabache asintió risueña a lo dicho por la rubia, mientras que Sirius fruncía el ceño al sentirse de repente incómodo en su trajecito- ¡Ni se te ocurra volverlo a estropear! No querrás conocer lo que es ser castigado, ¿o sí? - a pesar de su tono amenazador, Narcissa regañaba desde la preocupación. Sirius era demasiado pequeño para ser golpeado.
-Ya escuchaste, Sirius, tranquilízate. Y tú no le hables así, solo tiene dos años, lo asustaras-pidió Andrómeda mientras que Sirius, resignado, se sentaba en uno de los mullidos sillones y se cruzaba de brazos haciendo berrinche. Se le pasaría. Al menos no pataleaba o lloriqueaba, quizás en consideración del pequeño Regulus, quien por fin estaba callado y feliz. Las más pequeñas se acercaron a la cuna a contemplar al bebito con embeleso, Narcissa jugando con el móvil de figurillas de hipogrifos de cristal para entretenerlo, mientras que Meda seguía meciendo suavemente su cuna, adormilándolo.
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One-shots de Harry Potter
FanficOne-shots independientes sobre personajes o parejas de una de mis sagas favoritas de todos los tiempos. ¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!