Lupin

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1957

Que noche tan horrible para deambular por el bosque.

10 años habían pasado desde que erradicaron la Secta Híbrida Licántropo-Vampiro de Greyback y Von Stein, y sin embargo los seres espectrales que habían soltado en el Reino Unido, además de las bestias que habían creado, seguían acechando, extendiéndose por todo Europa, con su sed de sangre y pavor como motor para sus sanguinolentas masacres.

Y, como siempre, eran los magos los encargados de limpiar ese desastre.

En plenilunio, él estaba al acecho por algún licántropo en cacería de muggles, quienes vivían a media hora del lugar y solían cometer la imprudencia de acampar en la zona sin las medidas de precaución pertinentes.

Desde hacía semanas reportes de desaparecidos en la zona de Cardiff durante luna llena habían estado resonando la prensa nacional, atrayéndolo a la ciudad galesa armado y decidido a acabar con tanto licántropo, poltergeist, Banshee o ente atormentase sus alrededores. Su paranoia había sido tal que estaba listo para desollar hasta vampiros...

Y, por el grito femenino que escuchó en medio de la oscuridad, supo que había hecho lo correcto.

El hombre no tardó en conjurar un hechizo rastreador que siguiese la voz, guiándose del pequeño orbe plateado para rastrearla. La encontró en un claro, y para su sorpresa, la amenaza no era tan peligrosa a cómo la había proyectado. Un Boggart... ¿Por qué esa bruja no lo atacaba?

"¿Y si no lo es?" fue la primera respuesta que su mente procesó, descartándola casi al instante. Los Boggarts solo eran visibles para gente que ha tenido contacto con la magia, ya sea de manera directa (siendo mago o un ser sobrenatural) o indirecta (convivir con brujos o seres sobrenaturales). Y, por su expresión, ella parecía creerlo real.

En su defensa, de todas las formas que un Boggart podía tomar, la de un hombre armado y con evidentes intenciones de asaltarla era una figura muy real, y, por ende, más aterradora que cualquier otra invención estrafalaria.

Y bueno, bruja o no, era una dama en apuros, y él debía ayudarle.

- ¡RIDDIKULUS! – el chasquido de un látigo resonó en el silencio, y lo que había sido un asaltante se convirtió en un hongo plateado, dejando a la mujer anonadada.

- ¿Qué demon...? – la castaña empezó, antes de notar la figura de Lyall frente a ella, la luz de la luna llena siendo su único farol para alumbrarlos-. Usted también lo vio, ¿Verdad? Al hombre...-su corazón latía a mil por segundo, todavía afectado por la situación en la que se había metido segundos antes.

-Solo era un Boggart, señorita. Uno muy agresivo y aterrador, pero Boggart al final del día, No le hubiera hecho mayor daño que un desmayo...- trato de consolar, pero ella parecía no comprender nada de lo que había dicho. ¿Sería posible...?

- ¿Un Boggart? ¿Qué es eso...? - la mujer cuestionó extrañada, acercándose para verlo mejor, pues no le gustaba hablarle a la nada. Aunque claro, acercándose, también consiguió que él tuviera una mejor visión de ella...y quedó perdido ante la belleza que tenía enfrente, brillando bajo la luna llena.

Ninguna sirena, vampira o veela había tenido su encanto. ¿Qué era, precisamente? Era castaña, sus ojos mieles como los de la mayoría...y, sin embargo, eran especiales, brillando de una manera absurdamente mágica, a pesar de la evidente falta de magia en su ser.

-Es...nada. Una palabra para lo mismo: lo bueno es que está a salvo...

-...Hope...Hope Howell- se presentó, mirándolo fijamente. Ya no parecía asustada, solamente... ¿Curiosa? -. Y, aunque no sé cómo, estoy segura de que usted tiene mucho que ver en eso...Así que gracias...

One-shots de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora