Lilu

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- ¿Y a qué se debe esto? – preguntó Ginny con una sonrisa.

Harry no era romántico, jamás lo fue, y a ella nunca le molestó, pues ella tampoco era la más detallista, o al menos no en del tipo novelesco. Sin embargo, había ocasiones en la que la sorprendía, como en ese momento.

-A que los niños duermen tranquilos, y eso no pasa todo el tiempo- Ginny sonrió, acercándose a besarlo antes de sentarse para la cena romántica improvisada que el pelinegro había montado en lo que se duchaba.

Ambos estaban en pijama y la comida era sencilla, la mesa adornada con unas velas, pero era lo más romántico que podían conseguir con tres niños a quienes cuidar en casa capaces de despertar en cualquier momento.

-De hecho, no puedo tomar vino- lo detuvo cuando le iba a servir su copa. Él arqueó la ceja, confundido-. Creo que estoy embarazada...

-... ¿Crees? - preguntó con una sonrisa en el rostro, claramente emocionado.

-Aun no me hago la prueba. Prefiero hacerme la de sangre de una vez, pues es más seguro- él le besó la mano, sacándole una risita-. Me alegra que te guste la idea...-la volvió a besar con cariño, y cenaron tranquilos, contentos con la idea de un posible nuevo bebé en la familia.

Y sí, estaba embarazada.

Ese bebé fue su primera y única niña,

Lily Luna Potter, última bebé del matrimonio Potter-Weasley.






James Sirius Potter no comprendió que tendría un nuevo hermano hasta que lo vio, eso tras horas de ser cuidado por sus abuelos en casa mientras sus papás iban al hospital.

Un nuevo Potter...la única niña. Una hermana menor... ¿Qué tendría de diferente a un hermano?

- ¡Papá! - escuchó a Teddy llamar antes de salir corriendo rumbo al pelinegro, atropellando a algunos miembros del hospital en el camino. James quiso seguirlo, pero su abuelo lo tenía agarrado de la mano firmemente, así que tuvo que esperar a regañadientes.

- ¿Cómo está Ginny? -fue lo primero que preguntó la señora Weasley cuando llegó el azabache-. ¿Todo bien? ¿Cómo está mi nieta?

-Ambas están bien, Molly- respondió con una sonrisa, calmando a los nerviosos señores Weasley-. ¿Cómo se portaron estos muchachos? – les revolvió el cabello a los dos mayores con cariño, antes de tomar a Albus, el menor, en brazos.

-Como los mejores niños. Albus apenas y lloró un poco, pero ya extrañaba a su papá, ¿Verdad? - el pequeño azabache solo escondió el rostro en el cuello de Harry, enterneciéndolo. De ambos, Albus había heredado su carácter introvertido.

- ¿Dónde está mami? - preguntó James ansioso, pues extrañaba verla. Por más que quisieron fingir calma, él sabía que escuchó a su mamá quejarse de dolor antes de irse, y lo asustaba no verla. No lloraría- ya tenía 3 años, era un niño grande...pero quería ver a mamá lo antes posible.

-A eso venía. Mami quiere verlos...y alguien quiere conocerlos...-por reglas del hospital, los señores Weasley se quedaron en la sala a esperar su turno mientras que Harry y sus tres hijos iban donde las chicas, Albus en un brazo mientras que tomaba la mano de James con la otra mano, a la vez que este tomaba la mano de Teddy. Para todos los presentes, una imagen adorable.

- ¡Hola, mis amores! – saludó Ginny en un susurro, tan cansada como feliz. James se soltó de su hermano y padre para encarrerarse a la camilla, claramente incapaz de subir con ella por su cuenta. Las enfermeras solo miraron impresionadas lo habilidoso que era el pequeño para correr de ese modo-. Yo también te extrañé, Jem. Harry, ayúdalo.

One-shots de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora