Querido Severus:
Forma rara de empezar a escribir, sabiendo que ni siquiera espero que jamás lo leas. Estaré divagando como una lunática por el resto de la carta, eso es seguro. Te causaba gracia cuando divagaba en algún tema, eso recuerdo bien. Que "llevaba el pensar fuera de caja a otro nivel" solías decir. Solo tú lo llamarías así. Y te hacía reír, y eso me bastaba. Extraño hablar contigo de esa manera, Severus. El silencio que siguió a tu pronto abandono fue incluso más hiriente que tus crueles palabras hacia mí. ¿Qué te hice, Sev, para que te mostraras tan cruel? Esa duda me atormentó y me sigue atormentando hasta el día de hoy, a pesar de mis múltiples intentos de darle una respuesta.
No me malentiendas, siempre supe que éramos distintos, pero jamás pensé que demasiado distintos como para funcionar bien. Y vaya que funcionábamos bien...
Con tu amistad, tu cariño, yo sentía que lo tenía todo. Sigo pensando francamente que, en ese entonces, sí que lo tenía todo. Eras lo más cercano a alguien que tuviera mi corazón para sí. Yo incluso pensé que tú me tenías en esa misma estima. Que tonta fui, ¿no es así? Yo te abrí mi corazón, Sev. ¿Por qué lo dejaste sangrar?
Pero sobreviví, así que supongo que no lo eras todo. No lo eras todo. Te perdí, te lloré, y aunque jamás te olvidaré, espero que con el tiempo pueda superarte, perdonarte. Me duele y avergüenza reconocer que, hasta hace algunos meses, la simple idea de perdonarte me era impensable. Tú siempre fuiste influyente en mí, querido amigo. Incluso lejos lo sigues siendo. Me diste alas como ningún otro, llenaste de rencor mi corazón como ningún otro. Y por eso juré odiarte. Pero la verdad es que jamás podría odiarte, aunque dedicase mi existencia a ello. Incluso tú me dijiste eso alguna vez: no me decías lo que hacías o leías pues te odiaría por ello, esa era tu lógica. Me negabas tus pensamientos reales y me mentías descaradamente por el mismo motivo. Te cerraste a mí por miedo a perderme. ¿Fue mi error, acaso, no dejarte en claro tu lugar en mi corazón, Sev? ¿Es que mis acciones no fueron suficientes?
Yo creí, de verdad creí...Creí poder ser suficiente.
Suficiente para hacerte sonreír, para orillarte a un camino más luminoso en comparación al cual te inclinabas. Decías quererme, pero francamente, ¿Cómo podrías hacerlo si odiabas lo que soy? ¿Si negabas lo que soy? ¿Si fantaseabas con erradicar a gente como yo? No tiene sentido.
Así como tampoco lo tiene que yo, sabiendo aquello, te siga llorando, te siga añorando, y siga preocupándome por tu bienestar. Tú y yo jamás hicimos sentido, ¿No lo parece? Me llevó tanto tiempo decir aquello. Y aunque ahora lo hago, me duele que sea cierto. Jamás remplazaría nuestro sinsentido, por más que aquello me haya traído tanto dolor al final. ¿A ti te dolió, Sev?
Te volviste un enigma. O siempre lo fuiste y yo me creí conocedora de tu ser. Me inclino a pensar que solo cambiaste, por lo cual no te puedo culpar, pues yo también lo hice. Y ahora míranos, donde empezamos, como acabamos: peleando en lados contrarios, enterrando nuestra amistad en el sauce llorón que solía ser nuestro lugar especial, para luchar a morir en su lugar.
Estos no son los pensamientos que deberían rondar en mi cabeza por las fiestas. La mente de una futura novia no debería atormentarse a sí misma con su pasado, estando a días de empezar otra vida que tendrá sus propias alegrías y desdichas. Si Severus, me caso el 31 de este mes. Y si, es con Potter, como te has de temer. Sé que ni siquiera estando en buenos términos te pondrías contento con la noticia. Mi deseo es que mi comunicado te provoque indiferencia. Me veo incapaz de desear que te duela. Ya sufriste demasiado a costa de James. Si una parte de ti todavía me recuerda como amiga, te has de sentir traicionado, pues durante años juré odiarlo tanto como tú. Y en parte lo hacía, pues odiaba que te tratase de aquel cruel modo. Jamás hubiese sido capaz de querer a alguien te hiciera daño. Pero todo se resume a que él cambió, como tú, como yo. La vida me dio y quitó a la vez, supongo. Egoísta que soy, ojalá jamás nos hubiera decidido separar. ¿Era tan imposible aquello? ¿Conseguir conservarlos a los dos en vida?
Pero no te escribí para hablar de James, no me considero cruel.
Espero que estés bien, Severus. Tiempos violentos y oscuros están por llegar, lo presiento, y por más que hayamos decidido apartarnos, no soy capaz de ignorar el miedo que me da llegar a enterarme de ti, pues a mis oídos solo han llegado bajas y desapariciones de ambos bandos, y no quiero que nada de eso te ocurra a ti. Quiero que sobrevivas. Quiero que después de cada uno responda por lo que hizo o dejó de hacer, tengas otra oportunidad, porque sé que mi amigo Sev la merecía, y elijo creer que aún la merece...
Tú me enseñaste que las personas somos grises, buenas y malas a la vez, y aunque ahora sé que has optado por abrazar lo dañado en ti, he visto bondad en actos tuyos como en nadie, múltiples veces, de forma desinteresada y devota, y en ellos eras tú, mi adorado Severus, y por ellos te admire tanto. Por eso elijo creer que sigue allí esa luz dentro de ti, esperando a que vuelvas a sentirte seguro de mostrar esa faceta tuya al mundo, pues nos hace falta. Me hace falta. Sabré yo que las personas se aprovechan de uno cuando muestra esa parte amable, por eso no te juzgo tan duro: te han hecho mucho daño, y eso que sé que ignoro mucho, y finalmente eres solo una persona que actúa por no querer ser débil ante otros. No estaré de acuerdo con tus modos, pero entiendo el no querer depender de la amabilidad de alguien, te lo juro. Te juro que si me lo pidieras ahora, te perdonaría. Pero sé, aunque me duela, que no lo harías. No lo hiciste cuando me viste llorar por ti, prácticamente rogándote por ello, ¿Qué cambiaría esto?
¿Qué hice? Me dejaste con esa duda, para siempre.
Una vida feliz me espera, o al menos, esas son mis ilusiones. Tú y yo siempre tuvimos ideas tan distintas de lo que queríamos que fuesen nuestras vidas, lo recuerdo con nostalgia. Yo siempre me vi casada, y con hijos, muchos hijos. ¡Tú a los niños no los soportas ni en pintura, pobres de ellos si cumples con tu deseo de ser maestro! Aunque bueno, siempre defendiste que con la mujer indicada, desde luego que pensarías en familia y "aquello". De algún modo yo te seguía viendo en mi futuro, Sev, a pesar de nuestras diferencias sobre lo que era ideal o no. Yo estaba segura de que querrías a mis niños tan solo por ser míos...Y bueno, quien sabe, la vida está llena de sorpresas, placenteras o no. Yo solo sabía que te quería a mi lado siempre, pues tú eras real, sin importar que.
Ahora creo que nuestras ambiciones se han reducido a sobrevivir la guerra, así que al fin coincidimos en algo. A veces realmente me pierdo en el plano de la fantasía y es difícil aceptar que pudiera perfectamente morir en cualquier momento...
...Si sobrevivo...Si sobrevivimos...Quiero que sepas que anhelo poder darnos una segunda oportunidad. Me daría paz.
Vive, Severus. Es mi última petición, te lo ruego. Vive.
Siempre tuya, Lily.
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One-shots de Harry Potter
Fiksi PenggemarOne-shots independientes sobre personajes o parejas de una de mis sagas favoritas de todos los tiempos. ¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!