Juliana
Después de tener una plática bastante larga con Luisa sobre Valentina, por fin íbamos hacia el convento. La rubia había tomado la noticia mucho mejor de lo que yo pensaba, y aunque de inicio me reclamó por no contarle y de repente la notaba medió decaída, nunca dejó de repetir que apoyaba nuestra relación y que hacía mucho que no veía a Valentina así. Escuchar eso de la boca de su mejor amiga me llenaba de esperanza, quizás podría tener una oportunidad real con mi doctora.
...
Ally caminaba en círculos nerviosa por la que fue mi habitación en el convento. En la mañana me había llegado un mail sobre mis resultados para el ingreso a la escuela de música, el cuál aún no había abierto, ya que le había prometido a Ally que lo abriríamos juntas, con suerte podría empezar a estudiar la próxima semana y por fin empezar a hacer lo que me hace realmente feliz, también le había prometido al padre Macario que me confesaría con él, lo cual no me animaba mucho ya que había cosas que sinceramente no quería contarle.
—¡Ya ábrelo Juli! Por misericordia - Ally estaba prácticamente encima de mí, tratando de leer lo que decía el correo.
—Ya voy, ya voy. - Abrí el mensaje y comencé a leer. La primera parte del texto era un rollo sobre la escuela, su historia y demás cosas.
"Nos complace darle la noticia que debido a su desempeño, ha sido ACEPTADA para estudiar con nosotros, a continuación encontrará la lista de documentos necesarios para su ingreso..."
Miré a Ally con una sonrisa en la cara aún con el celular.
— ¿Te aceptaron? - Preguntó ansiosa mientras me arrebataba el dispositivo móvil de las manos. — ¡Oh dios! ¡Si te aceptaron Juli!. - Saltó y se me colgó al cuello. - Ahora vas a ser aún más buena. - Apretó el abrazo.
— Eso espero. - Nos reímos.
— Y ¿cuándo empiezas? - Preguntó emocionada.
— La próxima semana, aunque aún debo de ir a pedirle a la madre Lupita algunos de mis papeles para llevarlos a la universidad.
— Oh, estoy tan orgullosa Juli. - Volvió a abrazarme rápidamente.
Se escucharon las campanas del convento que por tradición, indican las 12:00 a.m.
— ¿Qué no ibas a ir a confesarte con el padre? - Preguntó.
— Si. - Contesté algo incómoda. - La verdad es que me ha estado presionando mucho para que vaya, y no se si le guste lo que va a escuchar.
— Oh dios ¿le vas a contar sobre Valentina? - Preguntó preocupada.
El padre Macario parecía tener una especial habilidad para saber cuando nos estábamos saliendo de las "normas establecidas" y presionarnos para irnos a confesar. Pero esta vez estaba más nerviosa que de costumbre, sabía perfectamente lo que pensaban los seguidores religiosos ortodoxos como él, de lo que yo siento por Valentina. Temía que esto no saliera bien y verme obligada a alejarme de Ally, los niños y la madre Lupita.
— No está en posición de juzgarme Ally - Mi amiga me miró preocupada.
— No me mal entiendas, como tú, creo en dios, pero no estoy de acuerdo en algunas tonterías que siguen profesando.
La morena se persignó - ¿Sabes que cuentas conmigo verdad?
— Lo se hermanita.- Le sonreí y me sonrió de regreso.
Salí de la habitación y me dirigí a la Iglesia, el padre ya me estaba esperando en el confesionario, así que entré, me persigné y repetí la letanía. Como ya lo esperaba, después de una pequeña charla, el sacerdote comenzó a preguntarme sobre mis sentimientos y deseos "carnales", ahora que ya no iba a dedicarme a la iglesia. Decidí contarle la verdad de una vez por todas, ahorrándome ciertos detalles que eran solo míos y de mi ojiazul.
En conclusión, el hombre me exhortó a renunciar a mi sexualidad o a condenarme al infierno. Pero si Valentina era ese infierno, indudablemente la prefería a ella.

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Give me Strength
FanfictionTras ser culpada injustamente de un crimen, Juliana es ingresada a un reformatorio juvenil. Al salir, encuentra refugio en el convento Del Sol, un lugar dedicado a ayudar a niños en situación de calle. Años después de dedicarse a la labor, decide...