XXIV

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Juliana

Me encerré en el baño y todavía sentía mi cuerpo caliente y temblando. Lo que acababa de vivir con Valentina había sido de otro mundo. Sus manos, su boca y su lengua sobre mí, enviándome descargas eléctricas a todo el cuerpo. Su cuerpo perfecto... Necesitaba probar más cosas... saber hasta que punto se puede llegar.

Me puse la playera y me quedé pegada a la puerta para escuchar lo que pasaba afuera. Me costaba controlar mi respiración, pero tenía que hacerlo si no quería que Luisa se diera cuenta.

— ¿Lu? — Escuché la voz de Valentina.

— VALEEEN... — La voz de Luisa se escuchaba extrañamente lenta y efusiva.

¿Qué te paso? — Valentina preguntó y después se escuchó un fuerte golpe, como el ruido que hace algo pesado al caerse.

Carajo Luisa ¿Qué te metiste? ¿Estás bien? — Valentina volvió a hablar y la rubia se carcajeó.

Siiii... digo ... nooo...¡auch!...¿Por qué eres tan guapa Valen? ¿Y Porr quéee tienes las mejillas coloradas?... pareces un jitomate.... — empezó a reírse de nuevo

jajaja... me gusta el jitomate ¿sabías? Siiii y tú también me gustas...

Se escuchó que forcejeaban y Luisa se quejaba. Empecé a sentirme celosa.

Basta Lu... no digas tonterías, estás borracha... Vamos a qué te des un baño y te duermas.

— No son tonteríiaaas...¡Ya se! ¡Puedes bañarte conmigo!

— Lu... no...déjame... — Se quejó, pero luego cambió su tono. —¿Qué te pasa?... Estás muy pálida...

— Creo que voy a vomitar...

Escuché las pisadas acercándose y el corazón se me detuvo, apenas tuve tiempo de hacerme para atrás, cuando Luisa entro por la puerta del baño seguida por Valentina.

Sentí que la sangre se me iba a los pies, pero la rubia ni me miró, su objetivo principal era la taza.

Valentina la siguió y le sostuvo el cabello mientras Luisa regresaba todo el alcohol o lo que sea que se hubiera tomado.

... que asco, vas a tener que canalizarme... — Habló entre arcadas.

Aproveche que tenia la cabeza metida en el W.C. e intenté salir sigilosamente.

Justo cuando tuve un pie fuera de la puerta...

¿A dónde vasss Juliana?

El corazón volvió a darme un vuelco y se me hizo un agujero en el estómago. ¿Esta mujer tiene ojos en la espalda ?

Emm... yo... ¿A mi cuarto? — Respondí nerviosa.

Luisa me observaba sentada desde el piso con un brazo sobre la taza del baño, se veía realmente mal. Estaba toda despeinada y con el maquillaje corrido, como si hubiera llorado, ademas, se veía pálida.

Valentina tenía los ojos bien abiertos, como si temiera que estallara una guerra.

Oh dios... — La rubia se volvió a quejar y abrazó el retrete para volver a vomitar.

Tanto Valentina, como yo, arrugamos la nariz.
En cuanto terminó de regresar todo, se desvaneció y de no ser por Valentina que la sostuvo con reflejos de gacela, hubiera hundido la cara en agua.

— ¡Maldita sea Lu! ¿Qué te metiste?— Val le reclamó al cuerpo inerte y la recostó sobre el piso. Después le tomó el pulso.

Esto no se ve nada bien Juls... necesito que me hagas un favor... ve al despacho y tráeme un suero de cloruro de sodio al 0.9%, también una guía y una aguja.

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