La Perdición En Mí Mirada

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Últimamente había mejorado mucho en todas las materias, por fin podía decir que era de las mejores, aunque claro, no le diría a nadie eso.

Había encontrado un libro en mi mochila, no era mío, y cuando pregunté entre mis compañeros respondieron que no les pertenecía. Había aparecido luego de hacer una actividad en el patio donde tuvimos que dejar las mochilas en cierto lugar, una bodega cerca de las gradas frente a las canchas de deportes, ya que cada cierto tiempo nos hacían hacer actividades grupales nos acostumbramos a dejar lo que traíamos algo lejos, nunca se perdían las cosas y tampoco había escuchado que aparecieran nuevas, a menos que fueran algunos alumnos románticos dejando declaraciones de amor.

El libro era pequeño, no más de noventa páginas, y parecía tratar de terror, pues la portada era oscura, con un título difícil de leer, pensé en llevarlo con la secretaria que guarda las cosas perdidas pero temo que me regañe y llame a mi mamá por el tipo de portada, pues tenía dibujos con desmembramiento y desnudez, y aquella señora de apariencia cansada solía escandalizarse con cualquier cosa.

Decidí quedármelo por el momento, tal vez alguien lo busque después.

O eso pensaba, en mi descuido de pensar que alguien enserio se le podría haber perdido casualmente en mi mochila.

¿Cómo llegué a la conclusión de que alguien lo habría perdido?

Sabía la posible respuesta al misterio de como terminó ahí, pero preferí hacer como si nada pasara, simplemente...

...lo dejé pasar.

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- Para la siguiente tabla los datos necesitan ir en...-

- Maestra buenos días, disculpe que la interrumpa, necesito que me permita por unos minutos a la señorita Sheyla.

- Buen día maestro, no se tarde mucho porque les estoy explicando algo importante, vendrá en el examen, así que pongan atención- lo último lo había dicho más para los alumnos con caras de zombie que para el innombrable.

- Gracias.

Miré a James, asintió con la cabeza haciéndome entender que no pasaba nada, cuando estuve a unos pasos del salón escuché como Scar pedía permiso para ir al baño, luego sus pasos se acercaban mientras el profesor comenzaba a hablar, lo interrumpí.

- ¿Qué sucede? ¿Por qué me sacó de clase?

Traté lo más posible de que mi tono sonara calmado, porque confundida ya estaba. Cuando iba a contestar Scar me abraza por la espalda y el pone cara seria.

- ¿Por qué sale de su clase si era algo tan importante?

- Que hostil profesor, no es justo que mi amiga se pierda la clase aburrida y yo tenga que quedarme a sufrir sola.

- Bueno, si me sacó a mí no debe importar que ella nos acompañe, somos de la misma clase, ¿No?

Solo nos miró de una manera extraña mientras caminaba más lento, sabía que no le había agradado para nada esa situación, a ninguno nos agradaba a decir verdad.

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