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- Pues para mi sacas un mil.
- ¿Crees que este bien?
- Claro, si James y yo te ayudamos esta excelente - dice Scar con aires de diva.
- Bueno, lo entregaría hoy pero el profesor ya se fue.
- Claro.
Aun faltaban algunas clases y yo terminé de perfeccionar el trabajo para literatura, con la ayuda de James y Scar claro porque por mi misma, seguro repruebo.
- Buen día a todos los alumnos y docentes del plantel. Por cuestiones de contaminación ambiental me temo que el día de mañana se suspenderán las clases, son ordenes directas del gobierno, la recomendación es que no salgan de sus casas a menos que sea por cuestiones de fuerza mayor. Repito, el día de mañana se suspenden las clases por la contaminación ambiental. Eso es todo. Que tengan un excelente fin de semana.
Oh no, no entregué el ensayo, aunque no creo que no me permita entregarlo después.
- Vamos por helado?
- James, cancelaron las clases por la contaminación, ¿crees que sería sano salir en estos momentos?
- Tienes razón, entonces solo te llevo a casa y me voy a la mía.
- No te preocupes, puedo ir sola, no es tan lejos y así no pasamos tanto tiempo en la calle.
- ¿Estas segura?
- Sí, no hay de que preocuparse. Nos vemos mañana.
- Bueno, bye.
Le di un beso en la mejilla y cada quien tomó su rumbo. En el camino pasé a comprar frituras y dulces para comer con mi mamá el fin de semana, adoro hacer eso y que ella disfrute de ese tipo de cosas.
- ¡Gracias por su compra, vuelva pronto!
Al salir de la tienda me sentí rara, esa combinación de estómago revuelto con escalofríos me helaba la sangre y erizaba la piel, y esa sensación duró hasta que llegue a casa.

La Perdición En Mí MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora