La Perdición En Mí Mirada

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Desperté nerviosa, una pesadilla había logrado que mi sistema sintiera que algo iba mal, aunque no lograba recordar que fue lo que perturbó mi descanso.

-5:07 de la mañana...

Era muy temprano pero no volvería a dormir, desbloquee mi celular y busqué una historieta que había leído a medias para poder terminar, pero después mi atención no podía enfocarse en leer, revisé vagamente mis redes sociales, entraba y salía de algún juego que tenía. Buscando la forma de no aburrirme se llegó la hora para prepararme e ir a la escuela.

- Buen día mi amor, oye... - por su tono de voz podía intuir que no era algo muy agradable lo que me quería decir.

- Hola mami, ¿Qué pasa?

- Ayer... Llamó tu padre... - trató de aligerar sus palabras mientras se servía café.

- Ah - mi respuesta sin interés pareció no sorprenderla, pero se le notaba triste.

- Cariño, es tu padre y no dejará de serlo, solo quiere verte.

- Bien por el, yo no quiero verlo - traté lo mejor que pude para no sonar grosera mientras preparaba un té para llevar a la escuela.

- Pero lo que sucedió fue entre él y yo, no deberías de ser así con el, quieras o no es tu padre.

- Tal vez tienes razón, no debería de afectarme, pero lo que hizo no es correcto, y por el momento no pienso perdonarlo, quizá me falte madurar para que eso pase.

- Por lo menos habla con el o responde sus mensajes.

- Debo ir a la escuela o se me hará tarde.

- Espera, ¿No vas a desayunar? - mientras ella decía eso terminaba de poner mi té en un termo y tomaba una mandarina.

- Llevo esto y dinero, lo comeré en clase y luego compraré algo en la cafetería, no te preocupes.

- Bueno, por favor ve con cuidado, abrígate bien con la bufanda y compras algo para comer, te amo cariño.

- También te amo mamá, nos vemos más tarde.

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Llegué a la escuela a buen tiempo, solía llegar unos minutos después porque temprano o hay muchos alumnos, y menos que yo conozca. 

Fui a la cafetería para comprar un muffin, y mientras me acercaba pude ver que el profesor estaba llegando, el salón estaba un poco lejos pero su forma tan peculiar de vestir lo hacía fácil de distinguir. Una parte de mi quería pedirle a alguien que me acompañe por mi suéter, pero la otra parte quería jugar a ser valiente y por primera vez en mucho tiempo ir sola con él, si lo analizo bien no hay nada malo que me pueda pasar, hay algunos estudiantes y ya llegaron casi la mayoría de los maestros, si algo me pasara mis amigos están enterados de la situación.

Seguía pensando cosas así mientras caminaba con lentitud, aun no salía de la cafetería cuando choqué con alguien, pude adivinar quien era antes de confirmarlo, sus manos me tomaron por los brazos para evitar que me tambaleara, el aroma de su colonia no se decidía entre esa estrecha línea de ser ligera y ser la cantidad perfecta.

- ¿Iniciamos distraídos el día? ¿O te sientes mal?

- Hola profesor, estaba distraída, lo siento no lo vi.

- No te preocupes, es una bonita manera de topar con una persona distraída.

- Ammm, ¿Me podría dar mi suéter? No me gustaría perderlo y dejarlo se sintió como perderlo jaja.

- Si, solo déjame comprar algo y vamos al salón.

Me quedé parada en donde estaba mientras veía como se alejaba para tomar una bebida y luego otra, desvié la mirada y saqué mi celular para ver si había alguna actualización en redes sociales, miraba una fotografía de un actor cuando una mando lo apartó de mí.

- Vamos.

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Al llegar comencé a sentir desconfianza, la parte que quería jugar a ser valiente ahora estaba sintiéndose acobardada, quería sentirme segura así que pensé en mandarle un mensaje a James, pero el profesor aún tenía mi celular, y no parecía querer darmelo.

- ¿Si trae mi suéter? si no lo llevo mi mamá se va a enojar - eso era mentira, pero necesitaba que me lo regresara.

- Déjame ver, debe estar en mi mochila, me lo llevé ayer porque, como los salones son compartidos se lo podían llevar y no devolverlo.

- Si, muchas gracias.

- ...Me vas a matar...

- No lo trae, ¿cierto?

- Al parecer no, creo que lo dejé en mi escritorio, te lo traeré mañana, ¿Si?

- Está bien, solo no lo olvide por favor, ¿Me podría regresar mi celular?

- Hmmm, pero no lo necesitas para ir a clase.

- Tal vez, pero al ser mi celular debe estar conmigo, y me gusta tener mi celular conmigo, ¿Me lo regresa?

- Bueno, tu ganas, toma te compré un jugo, sé que te gusta mucho.

- Ah no era necesario, pero gracias, debo ir a clase, adiós.

- Con cuidado.

Salí del salón a paso medianamente apresurado, le mandé un mensaje a James para saber si ya había llegado pero no respondía, me apresuré a llegar al salón y a los segundos llegó Scar y se sentó junto a mi. Su compañía me hizo sentir tranquilidad, y ese pequeño dolor de estomago que comenzaba a surgir se fue desvaneciendo.

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