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-El baño ya esta disponible.
- Gracias pequeña.
Había terminado de darme una ducha, así que debía definir y secar mi cabello, me tomaba mucho tiempo así que decidí poner una película en mi celular.
Mientras sacaba los aceites y cremas necesarias la película dejó de escucharse (le estaba dando la espalda al celular así que sólo la escuchaba) y comenzó a sonar mi tono de llamada, dejé las cosas en mi cama y miré el contacto, era el profesor así que me sorprendió un poco, aunque igual contesté.

~¿sí?
~Hola. Señorita Sheila, ¿cómo esta?
~Hola, bien, ¿y usted?
~Oh, bien también gracias. Le llamaba para informarle de el taller de literatura, porque me comentó que le gusta la poesía.
~Ah, sí, recuerdo que lo mencionó en la escuela, ¿qué días serían?
~Serian los lunes, miércoles y jueves, después de clases en mi salón. Y digame, ¿no es parte de algún club? Porque si interfiere con alguna de sus actividades puedo ver que me cambien el horario.
~Am, no, no estoy en ninguno, el horario me parece bien, solo debo pedirle permiso a mi mamá y ya en la escuela le confirmaría.
~Me parece perfecto, entonces, la veo el lunes sin falta, que tenga linda noche.
~Gracias igualmente.

Vaya, parece una persona muy amable, tal vez demasiado amable.

La Perdición En Mí MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora