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El clima seguía siendo amable con las plantas, hacía un poco de frío y llovía gentilmente de vez en cuando, en verdad amo este clima, nublado y frío, si llueve para mí es completamente perfecto, y ni hablar de si hay tormenta eléctrica, sé que las tormentas son peligrosas, per me causa paz interna cuando esos rayos iluminan brevemente el cielo.

Pareciera que en honor a mí, el clima se puso complaciente con mis gustos, era lunes, un día que si bien no odiaba no era de mi completo agrado, me tocaba clase de literatura ese día, y yo no podía dejar de pensar que, mi día podría ir tan bien si no fuera por la próxima incomodidad que sentiría en dicha clase, mientras ataba mi cabello en una linda trenza para no tener el cabello en la cara.


- ¿Ya mi amor?

- Ya mamá, ¿hoy llegarás tarde?

- No lo creo, tal vez te pueda ir a recoger a la escuela.

- ¿Enserio? Que bueno, espero que sí puedas.

- Yo también, así podemos ir de compras y pasar más tiempo juntas, bueno, ya vamos o llegaremos tarde y eso no se debe hacer.


Mientras mi mamá conducía hacia la escuela, yo leía en voz alta un libro de suspenso que a ambas nos agradó, leerle a mamá era un hábito que desarrollé de pequeña, y se había quedado conmigo desde entonces, es una manera de pasar tiempo juntas y atesorar un lindo recuerdo.


- Listo, ha llegado a su destino señorita.

- Muchas gracias por traerme, bella dama.

- Bueno hija, cuídate, si sucede algo me llamas y vendré enseguida, te quiero.

- También cuídate, te quiero.


Después de que depositara un cálido beso en mi frente salí del auto y caminé a la entrada, busqué mi horario en el celular para asegurarme del salón al que debía dirigirme y así comenzó mi día de escuela.

~~~

- Buen día chicos, hoy su profesor de lectura no podrá presentarse pero yo les daré la clase en su lugar, tengo aquí el temario con el que trabajan y su lista, así que pasaré asistencia, por favor pongan atención...


la maestra suplente lucía de mediana edad, ni paciente ni enojona, de cara neutra y voz tranquila; su presencia reemplazando a quien temía toparme hoy hizo que respirara con alivio, sin duda la situación me tiene estresada. 

Scar, quien se sentaba a mi lado, me miró sonriente y me dijo en broma "ganamos!" para después reír y contagiarme de risa, guardamos silencio cuando la maestra dijo otro nombre con un tono más alto y serio.

Terminando de pasar lista, nos explicó la clase y después nos dejó tarea, fue una clase muy aburrida y que se sintió terriblemente larga, aunque ya estábamos fuera, no podía dejar de sentir un profundo sueño y cansancio.

~~~

El día escolar había terminado, mientras yo me acercaba a la entrada para volver a mi casa, otros se dirigían a las actividades extracurriculares que correspondían a ese día, aunque algunos deportes coincidan algunos días, estos clubes no se practican toda la semana, al igual que las actividades culturales, me llamaba la atención ingresar a unos de ellos, pero nunca me animé a hacerlo.

cuando estaba fuera de la escuela busqué con la mirada el auto de mi mamá, cuando no lo encontré decidí revisar mi celular, y hacía dos minutos que me había mandado un mensaje diciendo que llegaría un par de minutos tarde pero que esperara ahí, me acerqué a un árbol y esperé tranquila bajo su sombra; hasta que sentí unas manos bloquear mi vista.

Una parte de mí se estaba alarmando y la otra se paralizó por un instante, pensé que podía ser James o Scar, tal vez aún seguían aquí, la persona detrás no hablaba y no podía reconocer sus manos, deseaba con todo mi ser que fuera uno de mis amigos, que no fuera él, que no estuviera en probable peligro por el innombrable...


- Adivina, ¿Quién soy?








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La Perdición En Mí MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora