La Perdición En Mí Mirada

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Había sido desconcertante para mí, justo después de esa llamada activé el wifi en mi celular, y los mensajes que había estado ignorando hicieron el sonido de notificación estallar en mis manos, el profesor si que había mandado mensajes la noche anterior, había registro desde las diez de la noche hasta las tres de la mañana, después de ignorar nuevamente los mensajes dejé el celular de lado y seguí con lo que hacía.

Lo que hace el profesor me incomoda, tal vez si fuera James y no el profesor la situación se podría interpretar de manera diferente,  incluso si fuera cualquier otra persona de mi edad, se podría comprender, pero su actitud de adolescente a sus treinta y pico de años no me da más que una mala impresión.

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No había iniciado bien el día, me había quedado dormida, desperté con dolor de garganta, que aunque era soportable era molesto, al ir a desayunar me tropecé y golpee, al parecer mis síntomas comenzaron a empeorar hasta ser una gripe, no era fuerte por lo que decidí que simplemente iría a la escuela.

Justo ahora estaba en las gradas de las canchas, teníamos horas libres y algunos de mis compañeros jugaban baloncesto, otros estábamos observando y el resto esparcido por otras partes de la escuela.

- ¿Te gustaría que alguien se te declare delante de muchas personas o a solas?

- ¿A qué viene esa pregunta?

- No lo sé, solo, me dio curiosidad.

- Mhhh, yo creo que a solas, cuando alguien se te declara frente a muchas personas parece que estás obligado a aceptar solo para no ganarte el odio de los demás, ¿qué opinas tú?

- Para mí ambas maneras pueden ser lindas, pero en lo de la presión social tienes razón, sería muy incómodo.

Después de platicar un rato sobre el mismo tema con Scar, hubo silencio de nuestra parte, pero se escuchaba el juego de los compañeros.

- Iré a comprar una fritura, ¿quieres algo?

- Sí, me traes un chocolate por favor, se me antojó desde ayer y no lo compré jaja.

- Bueno, vuelvo en un momento.

La cafetería estaba bastante cerca de las canchas, así que tomaba mi tiempo en llegar. Una vez que compré las cosas y ya iba de regreso con mi amiga mi celular sonó, una llamada entrante iluminaba la pantalla, contesté sin gran importancia.

-¿Sí?

- Necesito que vengas al salón 13 por favor.

- ¿Quien...? ¿Hola?

La llamada se cortó inmediatamente, supuse que sería algún profesor, ellos tienen acceso a nuestra información y suelen hacer eso cuando deben aclarar dudas o cosas así.

Me dirigí al salón indicado, aunque cuando llegué ya era demasiado tarde para darme cuenta de qué profesor era el que me pudo haber llamado, más bien, el profesor que seguramente me había llamado, claramente estaba muy distraída además de no ser mi día.

- ¡Shei! Que bueno que vienes, mira quería darte esto.

La mirada del profesor Owen me escaneó completamente pero con un toque de discreción, mi corazón latía con fuerza, me sentía en peligro, y no era para menos, mi mente me hizo imaginar lo fácil que sería para él en este momento hacerme daño o secuestrarme.

- Ah, era usted, quise preguntar quien había llamado pero colgó muy rápido.

- ¿Esperabas que fuera alguien más?

- No, no realmente, es solo que me tomó por sorpresa.

En sus manos había una pequeña caja, no pude evitar sentir curiosidad por lo que envolvía.

- Mira, llegué hace poco y vi esto por un lugar por el que pasé, pensé en que te podía gustar.

Su manera de tomar las cosas con tanta calma cuando quería me asustaba... y mucho.

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